Maikel Delacalle se ha formado, precisamente, en la calle. Comenzó haciendo covers de canciones conocidas y rapeando en su barrio de San Isidro (Tenerife) y ha terminado consagrándose como uno de los artistas del R&B y la música urbana más escuchados en España. Con su peculiar voz, el rapero ha escrito más de 30 temas en el último año.
Una temporada especialmente dura por el cierre del ocio nocturno y por la imposibilidad de hacer conciertos. Por eso, Maikel Delacalle vuelve con más fuerza que nunca y abre una ronda de shows en Barcelona el próximo 17 de febrero. En una conversación con Crónica Global, nos explica algunas novedades y reflexiona sobre la música urbana.
--Pregunta: ¿Qué nos puede adelantar de su próximo concierto en Razzmatazz?
--Respuesta: Tengo muchas ganas de volver al ruedo porque tengo algunas sorpresas preparadas. Se va a incorporar con nosotros Lupion, que es quien siempre me ha producido la música, y va a estar conmigo de corista y tocando algunos instrumentos. Por eso, en Razzmatazz vamos a cantar algunas canciones acústicas.
--Usted tiene un estilo más urbano y movido, ¿no le resulta complicado hacer un show más relajado?
--Nos hemos confundido con lo que significa la música urbana: que un chaval esté con una guitarra cantando a plena voz también es música urbana y la gente que le gusta ese tipo de música lo va a disfrutar. Creo que el rollo natural se ha perdido un poco y ahora la gente lo podrá disfrutar más con nuestro show.
--¿Qué supone para usted volver a los escenarios después de tanto tiempo?
--Quien conozca mi historia sabe que soy un artista de directo; de hecho empecé cantando así, ni siquiera grabando canciones. Entonces, para mí, los directos lo son todo.
--¿Qué le aportan los conciertos a diferencia de grabar música, por ejemplo?
--No solo me aporta monetariamente, ya que a través de los conciertos es donde los artistas ganamos más dinero, sino también personalmente. Creo que, cuando los artistas llevamos tiempo sin un concierto, no nos dan ganas ni de componer, y al final vivimos de ello. Es como tener un coche bonito y no enseñarlo nunca: siempre sales con el Panda y dejas el Ferrari aparcado [ríe].
--Personalmente, ¿cómo ha vivido el cierre del ocio nocturno?
--Hablando claro, ha sido una putada. Yo tenía una gira en Latinoamérica, estaba en el cartel de Lollapalooza con Travis Scott, tenía un montón de fechas fuera… y no ha podido ser. Muchos artistas de allí están en el peor momento de su carrera porque les ha costado mucho mantenerse en la época de la pandemia. Yo me puedo incluir en ese grupo, pero después me levanté porque volví a sacar más música.
--¿Cómo se ha recompuesto?
--Al final, si la gente no te ve que estás activo, para arriba, para abajo, viajando… te ven como uno más que está sacando música. Pero todas estas cosas se consiguen estando en la ola y para estar en la ola tenemos que seguir haciendo shows.
--Participó el pasado 8 de enero en el concierto solidario Más fuertes que el volcán de RTVE. ¿Cómo fue la experiencia?
--Gracias a Dios tuve la suerte de estar ahí y aportar mi granito de arena. Fue una experiencia muy bonita por doble partida, porque estuve apoyando a mis propias islas y también porque tenía muchas ganas de cantar.
--¿Cómo surgió su último tema, Pacto?
--Se llama Pacto porque fue un pacto entre L-Gante y yo. La canción surgió porque él vino a España e hicimos una pequeña gira y, en Mallorca, coincidimos en el mismo hotel. Allí hicimos las voces sobre la marcha e incluso grabamos el videoclip. Fue todo súper rápido pero, al final, un pacto entre nosotros.
--Es un tema diferente a su estilo, con algo más de cumbia. ¿Cómo ha sido este cambio de rumbo?
--En la producción también está DT Bilardo, que ha producido a L-Gante, y, al principio de la canción, tanto mis melodías como los sonidos que toca Bilardo son tonos de la vieja escuela del reguetón, como los que hacían Wisin y Yandel. Pero cuando rompe el estribillo, ya se vuelve un poco más cumbiero, el sonido que tiene L-Gante. Entonces, mezclamos un poco las dos cosas.
--¿En qué estilo se siente más cómodo?
--Yo no me encasillo en ningún estilo musical, sino que me siento muy cómodo en muchos estilos diferentes. En este último tema hay reguetón mezclado con cumbia e incluso he hecho temas de bachata, así que ponme lo que tú quieras que yo lo reviento [ríe]. Creo que el público también aprecia escuchar esta mezcla de sonidos.
--¿Cuál cree que es su signo diferencial respecto a otros artistas de tu estilo?
--Yo creo que mi sonido es el R&B pero lo que me diferencia es la voz, el directo. Habrá muchos artistas que también lo hagan, pero mi sello es mi voz. También soy muy diferente a mucha gente en cuanto a las letras, porque no suelo hablar mal de la mujer en un momento en el que la música urbana y el reguetón denigra a la mujer el 90% de las veces. Por eso, yo creo que mi sello es que suelo ser un poco más limpio escribiendo.
--¿Por qué cree que las letras son machistas en el reguetón?
--Eso ha sido culpa tanto de los artistas como del propio público. Incluso, a veces parece que la gente lo pide. Por ejemplo, si Sebastian Yatra no dice "la combi completa: xoxo, culo, tetas", el tema ya no gusta tanto a la gente de mi edad. Creo que ha sido culpa de esta generación porque Don Omar o Daddy Yankee con La Gasolina no hablaban mal. Creo que antes los artistas se inventaban palabras para maquillarlo un poco y ahora a la gente le gusta que las letras sean más explícitas.
--En su Twitter dijo que, a nivel de composición, ahora mismo estaba en su peak, en lo más alto.
--Sí, ahora mismo me siento muy cómodo componiendo y cuando vayamos sacando los próximos temas, el público verá que me he soltado mucho. Cuando uno compone, a veces tiene miedo a expresar lo que siente al 100% y se crea una fantasía. Pero cuando tú compones lo que estás sintiendo, te desnudas sentimentalmente y salen cosas muy bonitas. Por eso creo que estoy en mi peak, porque no solo estoy escribiendo en mi mejor momento, sino que estoy siendo yo al 100%.
--¿En qué se suele inspirar?
--Lo que más me motiva para escribir es estar en el barrio, pasar una tarde con mis amigos, mi familia y mi pareja, hacer las cosas que hacía antes, lo que me cuentan mis amigos de sus experiencias sentimentales… Todo me sirve.
--¿La cuarentena fue un momento de creación artística?
--Al principio sí, pero yo creo que me pasó como a todo el mundo con el gimnasio o lo de hacer pan, que a los cinco meses ya estaba un poco harto. Durante la cuarentena yo grabé 30 temas pero después me vino un parón porque ya gasté toda mi energía. Ya no sabía qué más cocinar: había hecho tortilla, sopa… de todo [ríe].
--¿Qué tiene pensado hacer con todos esos singles?
--De momento, los singles que he sacado se van a quedar así, pero yo ya llevo tiempo queriendo sacar un EP, aunque más que eso, se va a convertir en un disco. Así que dentro de poco, si Dios quiere, lo sacaré.
--¿Será con los singles o con creaciones nuevas?
--Serán canciones nuevas. Tenemos Maikel para rato, Maikel no se acaba nunca.