Lydia Lozano desaparecía nada más arrancar Sálvame. Según Kiko Hernández, la colaboradora había sufrido un "parraque", “un ataque de ansiedad”, aunque nada más lejos de la realidad. Detrás la ausencia de la periodista se escondía una nueva propuesta por parte de la dirección del programa de sobremesa de Telecinco. Transcurridos unos minutos, la periodista ha regresado.
Lozano ha pasado de tener la sonrisa dibujada en los labios a tener los ojos inundados de lágrimas. Detrás de esta montaña rusa de emociones que ha vivido en directo se escondía el nuevo reto que le proponía el espacio: regresar a La Palma para aportar la última hora en lo que parece que es el fin de la erupción del Cumbre Vieja.
Lunes 20 de diciembre
De este modo, casi tres meses después de haber aterrizado en la isla de la que es oriunda toda su familia, y de haber vivido las devastadoras consecuencias del episodio eruptivo, la colaboradora vuela de nuevo este lunes 20 de diciembre a La Palma. Lo hace para ver “a su gente” y darle ánimos a pesar de reconocer que en la anterior ocasión volvió “destrozada”.
“Yo estaba muy emocionada cuando el programa me envió a hacer directos con las persoans que estaban devastadas por una tragedia como lo que supone lo de la Palma. Vine destrozada, pero Sálvame me ha pedido que vuelva para verles y darles un poquito de ánimo”, ha explicado.
Las Navidades más amargas
Sin embargo, la televisiva ha querido mandar un contundente mensaje a su madre: "No sé cómo me lo haré, mamá, pero vuelvo en Nochebuena. En Navidad cenamos toda la familia juntos. Te quiero”, terminaba, visiblemente emocionada.
Y es que este año, la familia Lozano vivirá sus fiestas más amargas después de que Jorge, el hermano de Lydia, falleciera por coronavirus el pasado mes de marzo. De hecho, fue ella misma quien a los pocos días del óbito se trasladó de nuevo al territorio palmero para esparcir sus cenizas.