La reconciliación entre Anabel Pantoja y Kiko Rivera podría estar más cerca que nunca. Los primos llevan protagonizando una guerra abierta desde este verano por la herencia envenenada de Paquirri, conflicto que se agravó el pasado mes de septiembre cuando falleció su abuela, Doña Ana, y la influencer decidió seguir adelante con su boda.
Sin embargo, el DJ le pidió disculpas públicamente cuando acudió al Deluxe y prometió acercar posturas con su prima. Al parecer, y según apuntan las historias de Anabel en Instagram, el primer paso para esa esperada reconciliación ya se habría dado.
Primeros pasos hacia una reconciliación
La sobrina de la tonadillera ha viajado a su Sevilla natal para felicitar en persona a su madre, Merchi, por su 60 cumpleaños. Después de visitar al resto de sus amigos del barrio de Triana, la pantojita ha hecho una parada obligatoria en Castilleja de la Cuesta, justamente donde reside su primo.
Y, efectivamente, con él ha sido con quien pasó la tarde de ayer. O al menos con sus hijas, Carlota y Ana, tal y como ha evidenciado ella misma en sus redes sociales. Anabel ha publicado unas fotografías y unos vídeos con ellas mostrando lo bien que se lo han pasado juntas después de casi dos meses sin verse.
Tarde divertida
Lo cierto es que los retoños de sus primos son muy importantes y esenciales en su vida. Tarde de bailes, canciones y juegos en el sofá es lo que han protagonizado tía y sobrinas. Todo apunta a que Anabel podría haberse quedado cuidando de las niñas mientras el DJ e Irene Rosales aparecían por sorpresa en Secret Story.
Se desconoce, eso sí, si ha habido una conversación que aclare los asuntos pendientes entre los primos. La duda que queda ahora es, ¿pasarán las Navidades juntos? Lo único que está claro es que "en estas fechas puede pasar cualquier cosa", tal y como apunta Kiko Rivera.