La semana pasada estallaba una bomba: Kiko Rivera habría engañado a Irene Rosales y organizado una boda que no fue validada por la Administración hasta tres años después. El DJ recibió muchas críticas y su mujer salió entonces a su defensa: “Fui yo que tuve que posponer varias veces la boda porque mi padre tenía que ir cada dos por tres al hospital”.
Ahora, aprovechando que el hijo de la tonadillera ha asistido al plató del Deluxe, ha querido defenderse de las acusaciones: "Para mí el día importante no fue cuando firmamos los papeles, sino que fue el 7 de octubre. Fue un día que no voy a olvidar en mi vida".
Irene, su pilar fundamental
Ha sido entonces cuando el DJ ha explicado los detalles su enlace, en el que su madre tuvo un gran protagonismo: "Mi madre solo quería el dinero de la exclusiva del ¡HOLA!, creo que incluso cobró más que nosotros". Con todo, el regalo que le hizo para ese día tan especial fue "el grupo que cantó en el convite".
Respecto a su relación con Rosales, ahora están viviendo su mejor momento: "No ha habido ninguna crisis matrimonial". De hecho, asegura que es el pilar más fundamental de su vida: “Me siento mucho más seguro cuando mi mujer está conmigo. Ella controla mi problema con las drogas”.
Relación con su familia
A pesar de que él tenga un problema con su prima Anabel y su hermana Isa, Rosales se sigue hablando con ellas: "No me molesta que Irene las llame. El cabreo lo tengo yo con ellas".
Con relación a su madre, Irene y la tonadillera nunca han llegado a acercar posturas, ya que considera que debería llamar más a sus nietas. Con todo, Rivera asegura que "Irene siempre me dice que hable con mi madre".