Noche de juegos en Masterchef Celebrity con doble rasante. El ganador de la primera prueba consigue el delantal dorado y no puede ser expulsado, el perdedor, se lleva la expulsión directa.
Tras un particular juego de la oca, Miki Nadal pudo disponer de todos los ingredientes que quisiera en todo momento. Lo ha explotado a conciencia y ha dado envidia a sus compañeros.
Amor en los fogones
Bajo la atenta mirada de Boris Izaguirre, que ha ejercido de maestro de ceremonias, los concursantes estaban más nerviosos que nunca por tener que preparar tres raciones de cada plato.
Arkano era el que más contento estaba de la visita y es que le ha revelado su amor al venezolano en forma de rap, del que dice estar “enamorado”. Es más, ha pedido a la organización que no den de traerle “gente atractiva e interesante”. Le ha gustado hasta la forma de tirar el dado. Su plato, por eso no ha convencido mucho.
Cara y cruz
Los responsables de decidir cuál era el mejor plato eran los concursantes de la novena edición de Masterchef. Tras la cata han hecho merecedora del delantal dorado a Verónica Forqué, que, si bien le da la permanencia una semana más, no la libra de la prueba de exteriores.
El jurado ha sido el que ha decidido cuál era el peor plato. Coincidieron que el mejor plato era el de la chica Almodóvar y le seguía muy de cerca Junma Castaño e Iván Sánchez. Arkano se ha dejado llevar por la pasión pero el plato y la valentía de hacer cocina de vanguardia le han jugado una mala pasada y ha sido expulsado.