J.K. Franco y Luis del Olmo en la presentación de su novela / CD

J.K. Franco y Luis del Olmo en la presentación de su novela / CD

Famosos

J.K. Franko: “La justicia es simplemente la venganza del Estado”

El escritor presenta el thriller 'Ojo por ojo', el primer libro de su trilogía 'La Ley del Talión'

29 octubre, 2021 00:00

¿Hasta dónde es justa la venganza cuando falla el sistema judicial? J.K. Franko, seudónimo literario del empresario, abogado y financiero Raúl Calvoz, presenta Ojo por ojo el primer título de la trilogía La Ley del Talión.

Los protagonistas, Roy Cruise y su mujer Susie Font, están de vacaciones de esquí en Beaver Creek, Colorado. Una noche pasan la velada hablando de si es justo tomar la venganza en sus propias manos cuando el sistema judicia falla. Ellos viven con la insatisfacción de ver cómo la persona que mató a su hija en un accidente de coche cuando escribía en el móvil mientras conducía, se quedó sin juicio.

Venganza al extremo

El thriller psicológico tiene pinceladas policiacas sobre las consecuencias de la venganza llevada al extremo. Una novela absorbente donde nada es lo que parece, una historia llena de giros y quiebros inesperados que plantea una cuestión ética universal: ¿Se puede aceptar que alguien tome la justicia por su cuenta cuando falla el sistema judicial?

Esta primera trilogía de JK. Franko gira en torno a temas presentes en esta sociedad como la venganza, la justicia, el karma, y el equilibrio universal. Raúl, nacido en Texas (Estados Unidos) en 1968, de madre cubano-gallega y padre estadounidense-asturiano, presenta su novela en una conversación con Crónica Directo.

--¿Cuál es la idea principal del libro?

--Es complicado porque hay muchos giros, da muchas vueltas, pero se trata de una pareja protagonista que decide intentar cometer un asesinato, un crimen perfecto. Su hija se les muere en un accidente de coche cuando el otro conductor conducía mientras miraba el teléfono y se chateaba. En base a eso se va desarrollando toda la trama.

--¿Cómo se le ocurre?

--Estaba volviendo supermercado. Llevo escribiendo ya casi 20 años, pero mal, muy mal, porque no me salían bien los libros. Creo que este es el séptimo libro que he escrito, pero el primero bueno. Siempre estoy pensando en tramas y se me ocurrió la idea de qué tendría que pasar para que yo, siendo quien soy, cometiese un asesinato. Ese concepto lo fui evolucionando hasta sacar la historia que es el libro. Que se muera un hijo es horroroso, pero no creo que sea suficiente como para llevarte a matar a alguien, pero eso con otras cosas añadidas, puede que sí.

--¿Cómo vivió el lanzamiento del libro en el mercado anglosajón?

--Cuando lanzamos el primero en inglés, lo hicimos en Londres, y la costumbre anglosajona es la de leer un capítulo en los estrenos. Eso a mí me parece muy aburrido. Entonces, lo que hice, fue escribir el juicio y hacer una obra de teatro del libro, en Covent Garden, en un restaurante que eran unas cortes antiguas y aún mantienen la forma. Hicimos la obra del juicio y cogimos 12 personas del público para hacer de jurado y al final tenían que tomar la decisión de si era culpable o no. Se quedaron como en el libro, no podían decidir.

--¿Cuáles son las características principales de la novela?

--Es un thriller psicológico. Hay mucha parte psicológica porque va sobre qué te llevaría hasta ese punto, qué les pasa a los personajes y qué relación mantienen. Los dos tienen secretos que van saliendo a lo largo de la historia y se van desvelando. Su relación va mejorando de una forma retorcida y negra. Quieren asesinar a una persona que dicen que violó a una chica, fue juzgado y se libró. No sabes si el sistema falló o no. En base a eso, tienes que decidir. 

--¿La justicia es muy relativa?

--Sí. Sobre todo en Estados Unidos, donde tenemos un jurado popular. No es un juez, sino que son 12 personas las que deciden. No son abogados y no saben nada de derecho, por lo que el sistema es un poco manipulable. En general, funciona, pero a veces no.

--¿Es una trilogía con una trama continuada?

--Sí. Es un arco de tres. El primero es un libro que te lo puedes leer solo, pero van todos ligados al primero. Los protagonistas van desarrollándose. Desde el principio sabía que iba a hacer los tres.

--¿Cómo fue el proceso de escritura?

--Lo que hice fue empezar por el final. Escribí primer capítulo y el último, el segundo y el penúltimo, el tercero y el antepenúltimo, y luego rellené el medio desde el principio. Pero ya lo tenía bien atado por los dos lados. Odio los libros en los que se quedan cosas colgando y no quería que eso le pasara al mío.

--Estudió Derecho. ¿Le ha ayudado la carrera para hacer el libro?

--Bastante. Yo nunca fui abogado penal, pero el sistema es el mismo, los procedimientos son los mismos. Entiendo muy bien cómo funciona. En el tercer libro hay un juicio y lleva mucho de lo que pasa detrás de las cortinas, la gente no sabe qué hacen los abogados y las trampas que se hacen entre ellos.

--¿La justicia y la venganza van de la mano?

--Sí. Yo creo que la justicia es simplemente la venganza del Estado. Si lo hace un individuo, es venganza, pero si lo hace el Estado, es justicia. El Estado y el gobierno intentan poner orden y que la sociedad funcione. Si alguien se sale de los raíles, tiene que ser castigado. A nivel individual, si alguien te hace daño a ti, lo mismo. Yo creo que son la misma cosa, pero con otro nombre.

--Sin embargo, cuando el sistema judicial no funciona, si nos vengáramos todos sería un caos.

--Claro, ese es el dilema. Si el sistema no funciona y un individuo toma la justicia por sus manos, en algún caso se puede entender, pero si todo el mundo lo hace, es anarquía y ya no funciona nada. Se tiene que aguantar por los demás. En Estados Unidos hay un total de 250.000 asesinados sin resolver. Desde el año 1997 hasta ahora, el número de homicidios no resueltos en el país son más de 100.000. Esos son los asesinatos que se saben, porque hay gente desaparecida que no los incluyen porque no cuentan. 

--¿Cómo se documentó para la novela?

--El protagonista es Roy Cruz, que se pregunta cómo asesinar a alguien sin que le pillen. Yo me planteé lo mismo para escribirlo y me di cuenta de que tenía que saber qué hacen los detectives cuando empiezan la búsqueda. Me compré un libro que es el que utilizan para entrenar a los policías de homicidios a investigar. Me lo leí entero y en un capítulo del libro lo resumen. Cuando escribí el libro, al principio, lo mandé a varios editores. Una chica llegó a ese episodio y me dijo que no podía continuar porque le parecía inmoral ya que estaba desvelando las reglas de cómo hacer un asesinato perfecto.

--¿Por qué escoger la Ley del Talión para el nombre de la trilogía?

--Los tres libros son Ojo por ojo, Diente por diente y Vida por vida. Es un poco filosófico el debate moral y ético del libro. La Ley del Talión es un concepto muy antiguo, de viejo testamento, y me gustaba ese feeling que le da a la novela. Estamos un poco volviendo a las raíces de la civilización con la venganza. La Ley del Talión la inventó la propia vida, es algo muy fundamental y muy básico.

--¿Solo escribe thrillers?

--De momento sí porque es lo que más leo. Yo escribo de lo que conozco, y por eso el tema jurídico y filosófico siempre está envuelto en todo lo que escribo. Lo que más se vende son los romances, pero no me veo haciendo uno. Ojo por ojo hace hincapié en una fábula de los hermanos Grimm. Esos cuentos llevan esas cosas básicas, medio filosóficas, medio instintivas, y me fascina cómo salen en unos cuentos cosas que realmente tienen aplicación global.

--¿Tiene los ingredientes para atrapar al público en España como lo hizo en Estados Unidos?

--Si, por supuesto. Yo creo que al público español le interesa mucho el sistema jurídico americano porque es muy distinto y tiene su trama. Además, el segundo libro tiene gran parte de la historia que sucede en Mallorca porque me gusta la isla y quería hablar de ella.