Kiko Hernández está destrozado. Tanto que se ha visto obligado a abandonar Sálvame entre lágrimas. Esta vez no es tanto por un problema de salud sino emocional y anímico.
Una de sus mejores amigas y su apoyo fundamental durante los últimos años, Begoña Sierra, fundadora de Bingo Las Vegas, falleció el pasado lunes en Madrid. El golpe ha sido durísimo.
Medicado
Si ya se le vio derrotado en el velatorio y el entierro, en su regreso al plató no ha sido menos. Con la cara apesadumbrada explicaba lo repentino de la muerte de la que considera su “segunda madre”. Tras el relato se ha roto.
"Llevo un año que no puedo más. Se me junta un duelo con el otro y reviento. No soy de tomar pastillas pero el lunes me tomé varios lexatines porque no sabía dónde estaba. Se me fue la cabeza. Sabes que son enfermedades que va a llegar un final pero que sea tan deprisa”, lamenta.
Año nefasto
El colaborador ha hecho repaso a todas las terribles pérdidas a las que se ha tenido que enfrentar en poco tiempo. “Antes de Mila falleció una tía mía, luego Begoña. No estoy acostumbrado a la muerte y que de pronto se me muera tanta gente de golpe... No procesas un luto y ya estás con otro", subraya.
La situación le ha llevado a pedir permiso a los responsables del espacio irse:"Pido públicamente a mis directores que me dejen unos días para reflexionar”.
Sin ganas de nada
Hernández ha sido claro y meridiano, “quiero desaparecer. Ya quería descansar y después de lo de Begoña, hay momentos que no tienes ganas ni de levantarte de la cama", asevera. Pero la audiencia se ha asustado al confesar que ha “tenido ideas raras” en su cabeza. ¿Suicidio? “Por mi salud mental, necesito parar”, advierte.
El exconcursante de Gran Hermano no sabe cuánto tiempo se va a alejar de las cámaras, “una semana, quince días”. Todo porque “me cualquier cosa, que es una chorrada, y se me hunde el mundo y tengo dos personas que tengo que sacar adelante”, apunta. “Tengo que estar bien mentalmente porque si yo no lo estoy tampoco lo estarán las personas que están a mi cargo", concluye.