Si los Pantoja consiguen salir vivos después de esta semana será todo un milagro. ¿Qué no ha pasado esta semana? Esa es la pregunta definitiva. Después de muchos impedimentos, Anabel Pantoja se casaba el 1 de octubre con Omar Sánchez en la isla de La Graciosa. Pero hasta llegar a ese momento pasaron una multitud de catastróficas desdichas.
Kiko Rivera, Irene Rosales, Isa Pi, Asraf Beno, Belén Esteban y Raquel Bollo como los invitados más destacados del enlace, llegaban la isla bonita para festejar y disfrutar del amor, pero una noticia inesperada les cayó como un jarro de agua fría: Doña Ana, madre de Isabel Pantoja, fallecía el pasado miércoles. Entonces, sus familiares pusieron rumbo a Cantora para despedirse de la matriarca.
Drama familiar
Tras un largo camino en ferry y avión, el reencuentro más esperado del año se produjo: madre e hijo se fundieron en un tórrido abrazo. Sin embargo, algo pasó en la finca familiar que destrozó al DJ y le obligaba a tomar una dura decisión: no asistiría a la boda de su prima. "Ahora mismo mi cuerpo no está para fiestas", rezaba Kiko desde Sevilla, donde se encontraba "destrozado de cuerpo y alma".
Sin embargo, y a pesar del descontento del artista por la celebración de la boda, Anabel siguió adelante y finalmente se dio el "sí, quiero" con su "negro". Pero, al parecer, el DJ aún tenía esperanza de que no se produjese y, cuando ha visto en las redes sociales el fiestón que se montaron anoche, ha decidido tomar una drástica decisión: dejar de seguir a la pantojita en Instagram.
Ruptura definitiva
Kiko Rivera ya no es seguidor de Anabel Pantoja en la red social del momento. Acostumbrados a cómo el cantante suele utilizar su perfil público para mandar demoledores mensajes, como el que publicó cuando se enteró de la muerte de su abuela por los medios, esto no es más que una señal de ruptura con la pantojita.
Al resto de invitados a la boda, como su hermana, Isa Pi, Asraf o incluso al propio Omar, les sigue manteniendo en Instagram. Por tanto, esto se trata de un asunto personalmente dirigido a Anabel. Un claro mensaje de su disgusto por la celebración de su boda. Y una advertencia definitiva: ¿será el fin de los Pantoja?