Ana Martín, más conocida como Doña Ana, ha fallecido este miércoles 29 de septiembre a la edad de 90 años en Cantora, acompañada por sus hijos Juan, Agustín e Isabel Pantoja. Hace tan solo cinco días, la nonagenaria había recibido el alta de su último ingreso en un hospital de Cádiz.
El óbito de la abuela de Kiko Rivera ha pillado por sorpresa al músico, que se encuentra ya en la isla de La Graciosa junto a su mujer y sus hijas para asistir a la boda de Anabel Pantoja, su prima. De hecho, este mismo miércoles también estaba previsto que viajara Isa Pantoja. Por el momento, ninguno de ellos se ha pronunciado y se desconoce si la colaboradora de Sálvame terminará celebrando tan suntuoso fasto previsto para este viernes, tan solo 48 horas después de la muerte de "su yaya".
Bailarina, esposa y madre
En las últimas semanas, la salud de Martín había empeorado de forma considerable, quien además, aunque nunca se ha confirmado, padecía una demencia degenerativa desde hace años. Una dolencia que se agravó en 2019, tras sufrir un ictus. Desde entonces, la tonadillera ha vivido volcada en sus cuidados.
De hecho, tal y como Isa y Kiko han explicado en más de una ocasión, su madre apenas se despegaba de ella. Y es que doña Ana ha sido uno de los pilares fundamentales en la vida de la cantante.
La sombra de Isabel Pantoja
La complicada situación económica que se vivió en su casa durante la juventud la llevó a trabajar como vendedora en el puesto de verduras que tenían sus padres. Con todo, la sevillana decidió probar suerte encima de los escenarios como bailaora. Trabajó en las compañías de Juanita Reina y Pepe Pinto.
En 1952, a la corta edad de 22 años, se casó con Juan Pantoja Chiquetete. La pareja tuvo cuatro hijos: Bernardo, Juan Antonio, Isabel y Agustín. En 1974 enviudaba, aunque se convertía en la mejor compañera de viaje de su hija. De hecho, quienes la conocen aseguran que Ana vivía para que su hija triunfara.