Isabel Pantoja se emociona en su última aparición televisiva

Isabel Pantoja ha aparecido por última vez en televisión con motivo del contrato millonario que firmó con Telecinco en su día. Esta vez lo ha hecho en el plató de Volverte a ver, con Carlos Sobera. El presentador ha entrevistado a la tonadillera y le ha arrancado algunas confesiones sobre su carrera. 

"La primera noche que estuve en Madrid ya me contrataron", se ha sincerado la tonadillera. Sin embargo, el éxito no le vino rodado; tuvo que sacrificar mucho para llegar a lo más alto. "Mi padre murió muy joven y tuve que mantener a mi familia. Yo era el cabeza de familia", ha explicado. Sin embargo, admite que "lo de mi padre todavía no lo he superado porque fue muy inesperado". 

Momentos especiales

Isabel no ha podido contener la emoción cuando ha hablado de su madre, doña Ana Martín. La mujer, con un delicado estado de salud, ha sido la persona que más ha confiado en la tonadillera, apoyándola hasta convertirse en la importante figura que es hoy en día: "Mi maestra siempre ha sido mi madre". 

La particularidad del programa --reencontrarse con un ser querido-- le ha permitido a la Pantoja recibir una bonita sorpresa en forma de visita. Juan Pedro Hernández, el maquillador que lleva con ella durante casi toda su carrera, le ha querido agradecer que le eligiese a él como maquillador y "hacerme tan feliz durante tantos años". Uno de los momentos más importantes fue cuando le maquilló en su boda con Paquirri. 

Polémicas actuales

La tonadillera no ha podido contener las lágrimas al ver a su antiguo compañero de trabajo y de vida. "Él me empezó a maquillar desde los 17 años hasta el día de hoy", ha narrado. "Tú has estado conmigo en lo malo, porque en lo bueno está todo el mundo", ha manifestado la Pantoja, una clara pulla para su hijo Kiko Rivera. 

El programa fue grabado hace bastantes meses, por lo que la tonadillera no se ha pronunciado sobre ninguna de las polémicas que la han rodeado últimamente: ni el enfrentamiento con su hijo Kiko Rivera por la herencia de su marido, ni su ausencia en la boda de su sobrina Anabel.