Paloma Cuevas y Enrique Ponce ya han encontrado fecha para la comunión de su hija Bianca. No ha sido fácil. La pandemia y la ruptura de la pareja ha complicado mucho la situación. Y los invitados también.
Las cosas han cambiado mucho en un año. La situación pandémica sumado al estado de alarma impidió que la menor tomara por primera vez la Eucaristía en 2020, cuando estaba previsto a lo que poco después se sumó el divorcio de sus padres.
Ruptura dolorosa
El diestro conoció a Ana Soria el pasado año y las cosas cambiaron para él y para la familia. Él abrazó a su nuevo amor con un espíritu rejuvenecido, compartió su amor a diestro y siniestro a través de redes sociales y eso hizo mella en la relación con sus hijas.
Fuentes cercanas al torero aseguran que las pequeñas no pueden ni ver al nuevo amor de su padre. La responsabilizan de la ruptura de la familia y hace muy complicada la situación.
Veto a Ana
Frente a esta situación, la diseñadora y su expareja han decidido no invitar a la estudiante de derecho a la comunión. Soria entiende que es un día importante para Bianca y comprende cómo se encuentra, así que se ha resignado a respetar su decisión.
Ponce no ha sido menos. No quiere forzar una situación que empañe un día tan especial para su hija. De este modo, el 11 de septiembre tendrá lugar la ceremonia en que, por primera vez desde su ruptura el torero y Cuevas se van a volver a ver las caras.