El culebrón por el presunto intento de homicidio que sufrió Mainat sigue a la orden del día. Tras salir de la cárcel, Ángela Dobrowolski, todavía esposa del productor catalán, se ha propuesto dejar al descubierto todas las presiones y chantajes que ha sufrido por el de la Trinca.
A través de Twitter, y bajo la etiqueta, violencia vicaria, la hispano-alemana denuncia el trato vejatorio que sufrió por parte de su marido durante el verano pasado: un mes después de que tuviera lugar el coma hipoglucémico que casi le cuesta la vida al empresario, la noche del 22 de junio.
Conversaciones inéditas
En este sentido, Ángela se ha atrevido a publicar el histórico de las conversaciones de WhatsApp que mantenían ella y el catalán a finales de julio del año pasado. Afirma que Mainat secuestró a sus hijos el 21 de julio y que, desde entonces, se quedó sin poder acceder al interior del domicilio conyugal: “Los niños están en Mallorca conmigo. Con su padre, 15 días. Están mejor aquí que con Jaime, Valentina o tu madre. Ya te daré la llave cuando vuelva”, escribió el catalán.
Asimismo, Dobrowolski manifiesta que, por aquel entonces, era una persona cien por cien dependiente: “Sin ingresos, sin ahorros y sin tiempo para buscar un trabajo. Ya no había fondos para mí”. De hecho, en la captura del chat, reconoce que no tiene dinero “ni para comprar tampax”, mientras que su marido tan solo se limita a decirle que él se hará cargo de sus gastos pero que no le realizará ningún envío de dinero.
Ofensas
Por si fuera poco, emplaza a su mujer a “buscarse faena en Almería”. Un comentario de índole despectiva y racista, en alusión a los temporeros inmigrantes, en situación irregular, que llegan cada verano a esa misma provincia andaluza. Con todo, en los fragmentos se puede ver como el productor de televisión intenta llegar a “un pacto temporal” con su mujer, aunque ella lo rechaza: “Hay soluciones mejores para los dos: piso + asignación + custodia sin nervios”, le propone el empresario.
Sin embargo, a los pocos minutos, cambia de parecer. Lo hace después de ser puesto en conocimiento de sus derechos y obligaciones: “Las acciones te pueden servir para todo lo que te haga falta. Comida, ropa, estética, sustancias recreativas, deudas… Tú sabrás. Me acaban de decir que si te abastezco de todo, no hace falta que te envíe dinero”, le advierte.