Mireia Montávez, concursante de la primera edición Operación Triunfo, no ha vivido una vida nada fácil. Y es que su matrimonio de 13 años junto a Antonio Rodríguez se convirtió en una auténtica pesadilla. La cantante de 39 años ha vivido un infierno durante todo este tiempo al lado de su marido por malos tratos continuados y su delicada situación económica actual la ha llevado a trabajar como limpiadora para una empresa especializada.

La artista ha dado una entrevista para la revista Semana. De esta manera, rompe su silencio y cuenta su verdad. Y es que Mireia denunció a su exmarido por malos tratos. “Hace cinco años ya estuvimos separados y aunque luego volvimos, desde entonces, la relación fue casi nula. Yo le dije que le daba otra oportunidad si cambiaba, pero fue peor el remedio que la enfermedad”, relata la triunfita.

Infierno

“Han sido unos años muy difíciles en los que me he ido alejando de la gente, de mi trabajo, perdí la ilusión… Él no quería que hiciera nada sin él y psicológicamente sentía que no valía nada cuando era todo lo contrario. Porque he sido yo la que estos últimos años ha mantenido la casa subiéndome al escenario, aunque él dice que le he arruinado”, narra Montávez.

“La denuncia la puse en marzo unos días después de irme de casa. Ya no podía más… En un mes llegué a perder casi 15 kilos y mis hijos estaban muy mal psicológicamente, no querían salir de su habitación. Él me decía que me fuera yo”, narra la exintegrante del grupo Fórmula Abierta

"Miedo"

“Una tarde la abogada me dijo que, llegados a ese punto, cuando él volviera esa noche, no estuviéramos en casa. Así es que, en una hora, cogí a mis hijos, algo de ropa y nos fuimos”, comenta. Pero la cosa no quedó ahí: “Quise volver a casa a por mis cosas, pero no me dejó. Cambió la cerradura, dio de baja mi teléfono, sacó todo el dinero de la cuenta común y sentí mucho miedo”. 

“Cada día iba a más y todo eso lo denuncié, aunque la jueza dijo que lo daba por nulo porque le faltaban pruebas. No sé qué más necesitaba porque yo probé todo y él reconoció que era verdad lo que yo decía. Incluso tengo mensajes en los que dice que me va a arruinar la vida”, explica sobre el calvario que ha tenido que vivir.