La colaboradora de Sálvame María Patiño apenas habla de su vida privada en televisión, y menos de su hijo Julio. El joven de 21 estudia en la universidad y siempre se ha mantenido alejado del foco mediático.
La vida de la periodista no siempre ha sido fácil. La tertuliana no se tomó del todo bien la noticia de su embarazo y así lo explicó este viernes en el Deluxe. Y es que para entonces Patiño estaba empezando en la prensa y tener un hijo no entraba en sus planes.
Temor
“Con lo joven que yo era, empezando a trabajar en este mundo... Lo viví con mucho temor. Me puse a llorar y me abracé al ginecólogo. Le dije: ‘No es el momento’. Y me dijo: ‘No existe nunca el momento ideal para ser madre’”, confesó la tertuliana sobre la complicada etapa.
Desouñes de ser madre, María se mudó a Madrid y dejó al pequeño con sus padres en Sevilla. Cada fin de semana se reunía con él para poder compaginar su pasión con su faceta materna. Por esta decisión fue muy juzgada en su momento, ya que la gente consideraba que anteponía su trabajo a su hijo.