Pablo Díaz se ha colado en las televisiones de todo el país durante más de un año. Sin embargo, la gente no conoce mucho de su vida. ¿Quién es realmente el participante estrella del programa de Antena 3?
El joven nació en Santa Cruz de Tenerife, toca el violín y el piano desde muy pequeño, y se dedica a la música profesionalmente. Su pasión por el arte lo llevó a estudiar un máster en Ámsterdam y formarse hasta llegar a convertirse en uno de los concursantes más queridos de la historia del programa.
Segunda oportunidad
Aunque mucha gente lo haya conocido por su última experiencia en Pasapalabra, su recorrido en el programa venía de antes. El concursante estuvo 47 programas en el espacio cuando aún pertenecía a Telecinco y lo presentaba Christian Gálvez, pero su aventura se truncó cuando su contrincante se llevó el bote.
Díaz regresó de nuevo al programa de la mano de Atresmedia el pasado mes de junio, hace ya un año, y, desde entonces, ha acumulado un total de 260 participaciones consecutivas en el espacio presentado por Roberto Leal.
'Club de los 100'
Esto le ha llevado a entrar en el selecto Club de los 100 de Pasapalabra, la lista en la que aparecen los concursantes que han superado los 100 programas. Pablo está en cabeza ocupando la primera posición, seguido de Fran González, quien estuvo 168 programas; Antonio Ruiz, 126 episodios; Jero Hernández, 121 días; Orestes Barbero, con 119; y David Leo, con 109.
Desde su llegada a Pasapalabra, el canario ha estado a punto de lograr el premio hasta en nueve ocasiones. La última vez que rozó el bote tuvo lugar el pasado 25 de febrero, cuando el momento dejó sin respiración al país entero y congregó a todos delante de la televisión.
Destino del bote
Pablo ya tiene pensado en qué se gastaría el dinero: "Ayudaría a mis padres; que no les falte de nada. Aunque la salud es lo más importante”. Además, se quiere independizar, algo que le cuesta por ahora ya que “Madrid es muy caro. Entonces, buena parte iría para eso. Y con lo que sobrase, como me encanta estudiar, eso te da un colchón muy fuerte”.
Además, este año ha encontrado “una pasión bastante curiosa que son los streamings y me encanta, pero evidentemente es un trabajo bastante fluctuante”. Pese a todo, subraya, “tener eso detrás hace que pueda hacer lo que me gusta realmente, que es stremear y estudiar, y no tenga miedo de lo que vaya a ocurrir en el futuro. La tranquilidad que da eso, madre mía...".