Inmersos en la recta final de Supervivientes tras más de 80 días de concurso, Olga Moreno ha mostrado su imagen más vulnerable y se ha hundido al recordar a la hija que tiene con Antonio David Flores, Lola.
"¡Son muchos días y necesito a mi hija!", confesaba sin poder contener las lágrimas tras perder las pruebas de recompensa que daban el pase directo a Cayo Paloma y al grupo de la unificación de todos los concursantes.
Duro golpe
Mientras que Melyssa Pinto y Alejandro Albalá ganaron las pruebas y abandonaron Playa Destierro para reencontrarse con Lara Sajen, Lola y Omar Sánchez en la reunificación previa a la final del reality, Olga, Gianmarco y Tom Brusse se quedaron a las puertas.
Un duro golpe. Sin embargo, poco después, Jordi González les dio la noticia de que la audiencia decidiría cuál de los tres recibiría una caja llena de fotos y cartas de sus familiares.
Rota
"¡Son mucho días, mucho tiempo y necesito a mi hija!", confesaba Olga completamente rota sin poder contener las lágrimas ante la posibilidad de recibir algo de sus familiares y, sobre todo, de su pequeña Lola, de ocho años.
Una desgarradora confesión que llega días antes de recibir la visita de su hermana Rosa Moreno este miércoles en Honduras.