Kiko Matamoros ya ha pasado por quirófano. Otra vez. Y sí, de nuevo para una operación estética, en concreto para una marcación abdominal siguiendo los pasos de su hijo.
La intervención tuvo lugar este martes y su novia, Marta López Álamo ha sido la encargada de dar el parte de cómo ha ido. Lo ha hecho a través de una storie de Instagram con una escueta frase: “Todo ha ido genial. Ya en casita, gracias a todos por preguntar”.
Un dineral
Por ahora, el paciente no ha abierto boca. Debe estar en reposo y la influencer ha ido con él para acompañarle, como demuestra la fotografía que acompaña a la publicación.
El colaborador de Sálvame quiere mejorar su aspecto físico y no se esconde al admitir en más de una ocasión que se ha gastado un dineral en su físico, algo que, confiesa, "ha merecido la pena". "Hay pocos de 64 años que puedan decir que están como yo. Estoy contento. Me machaco en el gimnasio y cuido la alimentación, pero es una ayuda", señalaba en el programa tras desvelar en qué consitía su nuevo retoque estético.
Afición a los retoques
Esta operación es la misma a la que hace un año se sometió su hijo Diego. En palabras del propio Kiko, se trata de "una liposucción donde te extraen grasa y te dan la forma de tu abdominal para que la piel quede pegada y en su sitio".
Pese a que sólo se conocen las palabras de López, Matamoros llegó a la clínica visiblemente tranquilo, de la mano de ella, quien admite que Kiko es muy cabezota, confesaba apoyarlo en este nuevo retoque estético: "Que se haga lo que quiera. Yo ni entro ni salgo porque este es un tema perdido".