Mila Ximénez se encuentra en su casa de Madrid sin salir desde que recibiera el alta hospitalaria. Lo que parecía una buena noticia se ha convertido en máxima preocupación al ver la reacción de familiares y amigos. Según el periódico La Razón, la periodista ya estaría sedada y acompañada de su familia para "despedirse de ella". 

La misma hija de la colaboradora, Alba Santana, llegaba esta semana a la capital para cuidar a su madre en estos duros momentos. Hace dos días que la joven llegó a España desde Ámsterdam, donde vive junto a su marido y sus hijos.

Visitas

La joven ha abandonado todos sus asuntos pendientes para encargarse de las labores de la casa de Mila. A la presentadora le acompañan también sus tres hermanos, Manolo, Concha y Encarna y recientemente le han visitado Raúl Prieto y Jorge Javier Vázquez.

Tanta atención ha hecho saltar todas las alarmas. En principio, se dijo que el ingreso de Ximénez de la semana pasada fue por un ataque de ansiedad, poco después que era por unas pruebas rutinarias propias del tratamiento, una confusión que desconcierta.

Rostros

Tampoco parecen muy animados sus allegados. El rostro de Alba evidencia no sólo el cansancio sino cierta preocupación por su madre que lleva ya más de un año en su lucha contra el cáncer de pulmón que le diagnosticaron en plena pandemia.

Por el momento la familia prefiere guardar prudencia y respeto sobre la complicada situación de la colaboradora de Sálvame, y a pesar de sus rostros de preocupación, prefieren no hacer declaraciones en estos delicados momentos. Pocas semanas antes de su último ingreso Vázquez anunciaba el próximo regreso de Mila al plató, una vuelta que no se ha producido todavía.