Rosalía ha regresado a su tierra. Lo ha hecho de una manera discreta pese a que ya corrían rumores. Una imagen en la casa museo de Salvador Dalí en Portlligat la delataron.
Para acabar de confirmar las sospechas, la catalana ha compartido una masterclass en la escuela donde estudió, la Escola Superior de Música de Catalunya (Esmuc).
Sin complejos
La cantante ha explicado a los alumnos su trabajo y lo que implica también ser la autora de las letras de sus canciones, como es su caso. “A mi me motivaba hacer ese camino”, asevera.
"Para mí no hay músicas mejores que otras, no hay músicas superiores a otras. Para mí eso es como ser clasista. No hay músicas mejores que otras sino músicas que responde a contextos diferentes, músicas que tienen funciones distintas", asevera.
Respuesta a los críticos
La artista ha vendido millones de discos vendidos con el álbum El mal querer, que fue el trabajo de final de grado que presentó en esa misma escuela y que la ha llevado a la fama internación. Un trabajo por el que fue muy criticada por la fusión de palos del flamenco con la música urbana. Por eso estas palabras sonaban a dardo envenanado.
La fama dice no importarle. “La gente siempre me habla de eso de la presión. No sé, es que yo tengo presión desde que nací”, afirma. En este sentido recuerda que “cuando hice Los Angeles la gente me decía "¿y ahora qué vas a hacer?" e hice El Mal querer, y ahora ¿qué? Pues no sé, pues otra cosa", sentencia.
Agradecida
Sea como sea, a la de Sant Esteve Sesrovires se la ha visto relajada en su antigua escuela donde aprendió música y ha respondido a las preguntas de sus compañeros sin problemas.
Como muestra de agradecimiento Rosalía no sólo ha comentado la “ilusión” que le hizo sino que ha escrito un pequeño texto en catalán en “merci per convidar-me”. Eso sí pide perdón porque les ha “pegado un buen rollo”.