Las declaraciones de Jordi Cruz en el que aseguraba que votaría a Isabel Díaz Ayuso porque ha dejado la restauración abierta aún colean. Tanto que en toda aparición o entrevista pública es inevitable que se le pregunte por ello. Y él se moja.
“Me dijeron que yo me había posicionado y en ningún momento fue así porque yo soy cocinero, nunca he hablado de política porque no me interesa”, recuerda en una entrevista en La Vanguardia. Pero al final ha reiterado su aprobación de la gestión de la política madrileña.
Buena gestión
Para evitar que se le posicione matiza que si se ha de definirse políticamente, “soy tecnócrata y me gusta la gente que gestiona bien, porque interpreto el país como una empresa”. En este sentido entiende que la popular “tenía una forma de pensar que era esa”.
“Si te cobro impuestos, si no te doy un crédito porque ya te doy por muerto, si no te ayudo, te he de dejar abrir”, reflexiona en torno a la situación que han vivido bares y restaurantes por los cierres.
Morir de hambre
La pandemia ha impuesto toques de queda, cierres y limitación de aforos en terrazas e interiores, lo que ha causado el cierre de muchos locales. El cocinero catalán mismo ha tenido cerrado el Ábac, su restaurante de tres estrellas Michelín de Barcelona. “No podemos morir de virus y de hambre, de las dos cosas”.
En este sentido, subraya que en con ello “no estamos hablando de ideología política ni de catalanismo ni de madridismo, sino de coherencia. No hay más”. Por eso, vista la gestión de Ayuso “solo digo bravo, porque la gastronomía es un pilar en este país y ella lo ha tenido en cuenta”.