Por todos es sabido que la primogénita de Don Juan Carlos y Doña Sofía es quien más aficiones comparte con el rey emérito. La infanta Elena siente pasión por las corridas de toros, un hecho que la convierte en una habitual de los tendidos madrileños.
Durante la tarde del miércoles 19 de mayo, la hermana de Felipe VI acudió al Palacio de Vistalegre para asistir a la faena de Roca Rey y Pablo Aguado. Fue allí, donde la Duquesa de Lugo, además de pasárselo en grande junto a su hija e Isabel Díaz Ayuso, se dio un auténtico baño de masas.
El calor de los madrileños
Arropada por el público, los fans no dudaron en acercarse a la infanta para hacerle llegar sus muestras de cariño. Como si de toda una celebrity se tratara, la ex de Marichalar sacó a relucir la mejor de sus sonrisas, y eso que llevaba mascarilla. Asimismo, tampoco faltaron las fotos y los abrazos con todos aquellos que se quisieron retratar con un miembro de la familia real española.
Por si fuera poco, a su salida, numerosas personas la esperaron a para demostrarle en forma de aplausos, vítores y gritos de ánimo su apoyo incondicional. Todo ello mientras la monarquía española atraviesa sus horas más bajas.
Hermetismo
Totalmente distanciada de Don Felipe y Doña Letizia y con el emérito en Abu Dabi, la infanta, fiel a su discreción, evitó comentar cómo se encuentra su padre y si regresará pronto a España.
Y es que junto a su hermana, la infanta Cristina, este par de royalties pusieron rumbo a los Emiratos Árabes la semana pasada. Una escapada relámpago, la quinta en nueve meses, que realizan para disfrutar de la compañía de su padre.