Rocío Carrasco se muestra “dolida” por la pérdida de sus dos hijos, en especial de David, por el que se sentía “amada” y del que habla maravillas. “Siempre ha sido un niño cariñoso muy familiar. Ha sido un niño muy bondadoso y piadoso. En él sí conseguí instaurar ciertos valores que yo consideraba si no importantes, imprescindibles”, asegura.
Pero todo eso cambió “a partir de que su hermana no está ya en la casa”. Antonio David empieza a hacerle “chantaje emocional” a su hijo, lo iba a ver al colegio en el periodo que le tocaba a la madre y le decía que le echaba de menos. Y así poco a poco, el niño se volvió “arisco, reaccionario, desagradable en la forma de hablar”.
Burlas
Mientras eso sucedía, el exguardia civil aparecía en televisión acusando a la madre de no ver a su hijo, de no irlo a ver al hospital donde estuvo 14 horas ingresado en 2015 y de lo que solo se enteró cuando le dieron el alta, a las seis o siete de la tarde. Antonioda, en cambio, la acusó de irse esa noche a un evento con Mila Ximénez.
Eso no fue todo, dolida y medicada tras su enfrentamiento con Rocío Flores, el padre se burlaba públicamente de ella por tener depresión. "Se mofa de que tengo depresión y estaba pletórico porque sabía que era verdad. No es que se mofe es que se alegra, pero esa es su condición humana”, recuerda la hija de Rocío Jurado.
Interés económico
Pero el excolaborador de Sálvame fue a más, le dijo a su hijo que no defendiera delante suyo a su madre mientras él y su hermana hablaban más de ella, relata. Pese a escuchar esos de boca del niño, Carrasco recibía una quinta y sexta modificación de las medidas de custodia de los chicos.
Todo por un fin económico porque pide una cantidad de dinero por la niña (1.063,22€) y otra por el niño, 4.600 euros en total. El coste de Ro, alegaba, es por una supuesta matrícula de la Universidad Sant Pablo-CEU.
Sin pruebas
Sospechosa de que pueda ser mentira, Carrasco llevó el caso a citación judicial. “La única prueba que aportó fue un folleto informativo de la facultad”. Pero ante la posibilidad de perder el caso, “lo que hace es utilizar” el trastorno mental de la madre. “Usan mis informes privados de los que ellos tienen conocimiento por los demás procedimientos para decir la madre está fatal y que se venga el niño también”, lamenta.
Un hecho que ella se veía venir. “Yo no fui al médico y a psiquiatra antes del 2011 porque yo tenía miedo que usara eso en mi contra y a su favor y en la custodia de los niños”, recuerda, y admite que no se equivocaba. Pese a todo, y al no presentar las pruebas pertinentes ni acreditar los gastos que mencionaba, perdió el caso.
Hormona de crecimiento
Por si fuera poco, Antonioda pide también una cuantía económica por la hormona de crecimiento que su hijo David necesita, al menos esto es lo que alega, pero Rocío Carrasco ha asegurado que por aquel entonces ya la había dejado de tomar: "el pediatra, cuando el niño era pequeño, dice que el niño tuviera un tratamiento de hormona de crecimiento porque con la talla del padre y de la madre, el niño tendría una talla de 1,70. Me dice que hay que hacerlo de forma privada porque la seguridad social lo que te pasa es si el niño tiene déficit de hormona, pero no lo que le pasa a David y me dice 'que no la libera' y yo me quedo con eso, hago caso a eso. Cada quince días iba a la Clínica la Luz, compraba la hormona de crecimiento y cuando el me pone la sexta modificación de medidas, me pone que necesita dinero para la hormona y el niño ya está gigante ahí".
"Ese procedimiento termina David con su padre y a Rocío el juez decreta que no tengo que darle custodia porque hay causas de desheredación" ha terminado diciendo Rocío Carrasco de un episodio que refleja de nuevo la manipulación y la utilización de Antonio David ante la justicia.