Las últimas horas de David Flores con Rocío Carrasco, la madre las tiene grabadas a fuego. Era un 23 de julio de 2016, un mes y medio antes de que ella se casara con Fidel Albiac.

Rociito accede a la petición de Antonio David de que le dejara pasar un poco más de tiempo con su hijo y así los dos hermanos pasarían buena parte de las vacaciones juntos. El adolescente estaba muy ilusionado con la boda de su madre, lo tenía marcado en la agenda, se había comprado el traje para ese día, pero no asistió. Carrasco recuerda ese último día que lo vio: “Le recuerdo con su mochila sabiendo que se iba con el padre todo el verano y que cuando el padre lo trajera, él iba a la boda de su mami y de Fidelito”.

Ilusión truncada

El niño estaba “contentísimo porque iba a pasar el verano con su padre y sus hermanas, porque julio estaría con ellas, en agosto es la Feria de Málaga y en septiembre la boda de mami. Antes de que él se vaya para pasar el verano con el padre yo ya le había comprado su traje y su camisa y su corbata y zapatos y todo".

Ella contaba con que el padre le entregase al niño a principios de septiembre, pero aún así, su abogado le envía un email a Antonioda para confirmar este hecho.No solamente no lo confirma, sino que la respuesta fue que “el cliente no sabe nada al respecto”. Ella tampoco va a buscarlo. "Tengo miedo a que me rechace, porque no sé lo que me voy a encontrar y estaría poniendo en una situación muy complicada a mi hijo. Hubiese podido rechazarme o hubiese querido venirse conmigo, pero le hubiera puesto en una situación muy jodida porque quien tiene que regresar a casa del padre de él. Y eso el padre no se lo hubiera perdonado nunca", alega.

Requerimiento

David no fue a la boda y su madre no tuvo luna de miel. “Mi prioridad era que mi hijo volviera”, subraya y emprendió acciones legales al respecto. Primero, interpuso un requerimiento para que se lo devolvieran, en él se exigía que el menor fuera devuelto al domicilio de la madre de forma inmediata. Nadie pareció recibir la orden, pero sea como sea el padre recurrió.

La vista se celebró cuando el niño ya cumplió la mayoría de edad. Tras declarar, es cuando Carrasco se encuentra con Olga Moreno que guarda de su hijo, pero lo que vio, la hizo entrar en cólera y casi llega a las manos con ella.

Estrategia premeditada

El tiempo pasó. Rocío se da cuenta de que se ha quedado sin sus dos hijos. Un día, además, se da cuenta de que Antonio David tenía todo planeado desde meses antes de tener a su hijo en verano: "Me requieren información documental médica de David, y es ahí cuando yo accedo al padrón del niño y de repente en ese empadronamiento aparece que el niño está empadronado en Málaga”, algo que le extraña.

La madre acude al Ayuntamiento de la ciudad andaluza y al pedir los papeles ve que el pequeño está empadronado desde el mes de marzo del 2016, seis meses antes de su boda. “Todo obedecía a una estrategia marcada”, asevera convencida. No quiere pensar cómo sucedió, porque se necesita la firma de los dos progenitores, para empadronar a un menor. Sea como sea, “ese día me doy cuenta que he parido dos veces, pero que no tengo a ninguno de los dos", concluye Rociito.