Marta Botía y Marilia Andrés visitaron telemáticamente El Hormiguero hace pocos días, y allí contaron cómo empezó la aventura musical de Ella baila sola. Una historia que nació gracias a Gonzalo Benavides, el descubridor, productor y mánager del grupo, y al cantante Javier Álvarez, que se las presentó.
Cinco años y tres discos después, las chicas decidieron separarse en 2001. Por eso, el regreso de este mítico dúo de los años 90 es, sin duda, una de las mejores noticias del 2021. Pero hay una persona en España muy enfadada con esta vuelta, y no es otro que el mismo exmánager del grupo: "De repente se juntan y rehacen la casa que construimos entre los tres, pero dejándome a mí fuera. Y yo me quedo con las manos en los bolsillos".
El cabreo del exmánager
La revista Vanity Fair ha entrevistado al exproductor de Ella baila sola, Gonzalo Benavides, debido al regreso del grupo por su 25 aniversario. Marta Botía y Marilia Andrés parecen haber firmado la paz para este reencuentro, dado que siempre se han rumoreado teorías y especulaciones sobre los motivos de su ruptura, todos negativos. Pero Benavides tiene la pólvora cargada.
“De repente se juntan y rehacen la casa que construimos entre los tres, pero dejándome a mí fuera. Y yo me quedo con las manos en los bolsillos. Ahora dicen que el nombre se lo puso una amiga. Esa amiga era mi novia. Yo registré 'Ella baila sola' en la oficina de patentes y marcas, a nombre de los tres, y he seguido pagando la renovación porque ellas ni se acordaban”, carga el productor musical.
Los motivos de la ruptura
El exmánager de uno de los grupos más exitosos del pop español está dolido porque nadie ha contado con él en este regreso, y por ello ha roto el silencio. En este sentido, asegura que la corta vida de Ella baila sola se debió, básicamente, "a una enorme rivalidad y a una instigadora. La que mejor imagen dio siempre fue Marilia, pero en la vida real es completamente diferente", señala Benavides.
“El primer día, las críticas aplaudieron a Marilia. Dijeron que se movía por el escenario como una cantante de rock experimentada. Pero de Marta apenas hablaban. Las reuní a las dos y dije 'Marta, tú eres el 50% de Ella baila sola, y tienes que salir al escenario a sudar la camiseta, a que se te oiga y a que se te vea. No puedes salir ahí como una seta a tocar la guitarra sin que se te vea'", relata al antiguo mánager del grupo.
Los celos de Marilia Andrés
Según Benavides, a Marilia no le sentaron bien sus consejos y empezó a gritarle: "¿Y tú por qué le tienes que decir a ella nada? ¿Si yo sudo la camiseta, por qué ella tiene que ser igual?", le dijo entonces la cantante. Sin embargo, su discurso caló en Marta, y la otra mitad del dúo empezó a creérselo más.
"Aquello fue el principio de los problemas con Marilia", señala el exmáganer de Ella baila sola, que también añade que la cantante llegó a gritarle que "aquí la artista soy yo" apenas tres meses después de lanzar su primer disco: "No me podía creer el cambio que dio, fue impresionante". Y a partir de ahí, fue la propia Marilia la que empezó a generar una rivalidad constante con su amiga y compañera de instituto.
El final de Ella baila sola
"Se quejaba de que la compañía eligiese siempre canciones de la otra como singles. Pues por qué va a ser, porque compone mejor que tú. Yo siempre les dije que Marta componía mejor y Marilia cantaba mejor. Es un tema de ego y de pasta, porque la SGAE te da más dinero si has sido la autora de las canciones”, señala el productor como motivo principal de la rivalidad. A partir de ahí, las cosas fueron a más: "Si una se ponía plataformas, la otra se ponía tres veces más. Empezaron a competir por ser la más alta, la más guapa...", recuerda Benavides.
En este sentido, el productor musical pone todo su foco en Marilia, que "pensará que no le di el lugar que debía darle. Siempre pensó que yo estaba de parte de Marta, cuando yo solo intentaba que no se la comieran. Ahora no les va a ocurrir eso, son más mayores, tienen 46 o 47 años", asegura su exmánager, que también negocia con su abogado los derechos que le corresponden en este reencuentro. Benavides está claramente molesto y cabreado, pero según su relato se ha salvado de revivir una experiencia "terrible", donde cada una iba "por separado" y no le hacían "ni puto caso. Marta me escuchaba un poco más, Marilia nada. Un horror".