La seguridad de Meghan Markle y el príncipe Harry está en cuestión. Ellos mismos lo advirtieron en la polémica entrevista con Oprah Winfrey. Ahora es la policía quien confirma lo que sucede en la mansión de Montecito (Los Angeles, Estados Unidos), donde reside.
En los nueve meses que llevan en su nueva residencia, valorada en más de 12,7 millones de euros, han tenido que llamar a los agentes hasta en nueve ocasiones. Una media de una vez por mes. Pero no ha sido tan así.
Cuatro avisos en un mes
El departamento policial del condado de Santa Barbara detalla que, sólo durante julio de 2020, la familia, con un hijo de un año y otra en camino, los llamó hasta en cuatro ocasiones. Tres de ellas eran por la activación de la alarma, otra porque llamaron desde la casa, se desconocen las causas.
Los duques de Sussex se acababan de mudar desde Canadá después de que la casa real británica le retiraran la seguridad debido a que renunciaron a ser miembros de la monarquía inglesa.
Últimos intentos
En agosto y el pasado 17 de febrero, la última vez que los agentes recibieron una notificación desde la casa, había saltado la alarma. El mismo es de agosto tuvieron otro aviso registrado como “Incidente de prioridad miscelánea”.
La tarde de Nochebuena fueron los alguaciles quienes advirtieron de que, supuestamente, alguien había entrado en la propiedad. Pero el caso más grabe se produjo el día de San Esteban, cuando un hombre de 37 años, que pudo estar “drogado”, fue detenido por entrar a la finca.
Detenido
El hombre fue acusado de un delito menor de allanamiento de morada por el que, en un primer momento, ingresó en prisión, aunque fue liberado poco después, apunta la policía.
Estos hechos parecen reformar los mensajes de preocupación de Meghan y Harry, quien ya lamentaron en su día que la familia real británica les sacara la seguridad.