La presión mediática a la que fueron sometidos estos últimos meses forzaron a Iker Casillas y Sara Carbonero a emitir un comunicado conjunto en el que, desgraciadamente, confirmaban su separación. Una noticia que sentaba como un jarro de agua fría en redes sociales, donde lloraron la ruptura de una pareja que parecía idílica.
El futbolista y la periodista han vivido de todo a lo largo de sus 11 años de relación, desde el nacimiento de sus dos hijos hasta ver a la muerte con sus propios ojos. Pero los dos tienen claro que hay cosas que no van a cambiar, a pesar de su decisión. Y poco después de hacer pública su separación, lo demostraron con una noche de juegos en familia.
Pocos cambios en su vida
Al igual que hicieron con el comunicado, Iker Casillas y Sara Carbonero colgaron la misma historia en sus cuentas de Instagram. Una fotografía que llegaba minutos después de hacer pública su ruptura, y en la que aparecían ellos junto a sus hijos, Martín y Lucas, jugando tranquilamente al parchís.
En la imagen, muy bonita, se pueden ver las cuatro manos de la familia Casillas Carbonero cada uno con su pertinente esquina del juego. Una estampa de lo más familiar con la que ambos quieren demostrar a todo el mundo que, aunque el amor se haya acabado, los dos tienen una prioridad por encima de todo: sus hijos.
Unidos por el bien de sus hijos
En el comunicado, los protagonistas ya dijeron que su amor "toma caminos distintos, pero no lejanos". Y esta publicación es un claro ejemplo de lo que querían decir, que van a seguir unidos para el bienestar de la familia, de sus hijos, para que se sigan criando en un hogar lleno de amor.
Es más, tanto Iker como Sara aseguraron que seguirán juntos en un aspecto de sus vidas: "En la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados". Porque su relación puede haber terminado, pero su familia no: "Nuestra prioridad es, desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable".