El cantante Àlex Casademunt falleció a última hora del pasado martes, 2 de febrero, tras sufrir un brutal accidente de tráfico. El extriunfito chocó frontalmente contra un autobús cuando circulaba con su coche por Mataró (Barcelona), la localidad en la que residía. Una noticia que se conoció por una polémica filtración que está siendo investigada.
Su cuerpo ha sido trasladado hasta la capilla ardiente que se ha instalado en el tanatorio de la misma ciudad, hasta donde se han acercado los seres queridos del carismático artista. Familia, amigos y muchos fans del cantante se han desplazado hasta el lugar para transmitir todo su cariño y su dolor, destrozados por esta inesperada pérdida.
"Se hacía de querer"
El primero en llegar al tanatorio, visiblemente afectado, ha sido el hermano del cantante, Joan Casademunt, con quien tenía muy buena relación. De hecho, los hermanos se juntaron una temporada para unir sus talentos musicales y probar suerte en familia. Roto de dolor, el hombre ha agradecido el pésame de los medios de comunicación y ha recordado que Àlex "se hacía de querer".
Tras Joan llegaban los padres del extriunfito, Àlex y Rosa, acompañados de la hermana del cantante, Cristina. Sin poder hacer declaraciones, y completamente destrozados, los tres han entrado a despedirse de su querido Àlex con la cara tapada y sin poder contener las lágrimas.
Un doloroso último adiós
Una vez dentro, Joan los ha recibido con un cariñoso abrazo. El hermano mayor del cantante, muy pendiente de sus padres en estos terribles momentos, también ha sido el primero en recibir a Laia, la exnovia de Àlex y madre de su preciosa hija, Bruna, de 2 años de edad.
Pese a que su noviazgo terminó poco después del nacimiento de la pequeña, Laia ha sido de las primeras en presentarse al tanatorio. El cantante siempre tuvo una buena relación con la joven, que ha acudido a la capilla ardiente para dar un doloroso último adiós al padre de su hija. Arropada por familiares y amigos, la catalana ha llorado la pérdida del que fue el amor de su vida, sin poder disimular su abatimiento.