Le bordó los vestidos de boda a Meghan Markle y a Kate Middleton y a buena parte de la alta sociedad inglesa pero, ahora, esta modista está completamente arruinada.
Ella es Chloe Savage, tiene 43 años, y ha visto como la pandemia del Covid-19 ha llevado a pique su negocio. Tenía varios encargos para este año, pero las restricciones han provocado cancelaciones de bodas y, por tanto, que su trabajo caiga en picado.
Sin trabajo ni ayudas
"Nuestro trabajo se ha detenido literalmente en seco", confiesa a la revista People. Lo empezaron a ver entre enero y febrero, cuando los contratos internacionales empezaron a suspenderse. Poco después, "el trabajo simplemente desapareció".
Esta situación la empujó a cerrar su taller de costura, despedir a sus trabajadores. De poco sirvió el préstamo del Gobierno británico de 30.000 euros, se fueron en cubrir gastos. Ahora, no puede acceder a ninguna ayuda social. Vive con 250 libras al mes (275,79 euros) que le da la venta de kits de costura.
Hijos con problemas
"Mi hija de 14 años se salta las comidas para ahorrar en el presupuesto de alimentación", confiesa. La adolescente incluso se autolesiona hasta el punto de que acude a los Servicios de Salud Mental Infantil.
La bordadora tiene dos hijos más, de 8 y 24 años, y vive en Warmley Village en las afueras de Bristol (Inglaterra). Pero sin ayudas teme que tenga que dejarla, lamenta.