Hay aspectos que impresionan y que dejan con la boca abierta, pero nunca había sucedido con un miembro de la realeza. En esta ocasión, una princesa europea ha decidido raparse la cabeza y lucir un estilo punk que ha sorprendido a más de un aristócrata.
Se trata de Charlene de Mónaco, la mujer de Alberto de Mónaco, que ha aparecido en un acto navideño dentro del Palacio Nacional del principado con media cabeza al cero. En el acto, la princesa ha regalado presentes a los más pequeños, pero todas las miradas se las ha llevado su chocante rapado.
Un cambio radical y poco tradicional
La princesa Charlene es una habitual en cambios de imagen, pero ninguno como el actual. Este estilo punk impacta de lleno con el tradicionalismo de la monarquía, aunque hay que reconocer que le queda fabulosamente bien. Con un lado rapado y otro no, ha mostrado su eterna sonrisa en este evento solidario donde ha disfrutado como una niña pequeña.
La esposa del príncipe Alberto lucía una vistosa chaqueta amarilla con estampado y una mascarilla de lentejuelas doradas que pegaban mucho con su cambio de estética. Una modernidad poco tradicional en las familias de la realeza, pero muy del estilo de la casa Grimaldi.
No todos se habían dado cuenta
Este cambio radical nos demuestra que Charlene es una princesa rebelde y que pasa de las tradiciones aristócratas. Eso sí, tampoco es tan impactante, dado que también ha lucido su nuevo peinado en el bautizo de un barco que lucirá el nombre de su hija, la pequeña Gabriella, y pocos se han dado cuenta.
Su peinado ha pasado más desapercibido dado que el frío la ha invitado a llevar una boina que ocultaba el rapado. Por eso, ha chocado más verla en el acto benéfico, porque nadie se esperaba ese drástico corte. Pese a ello, Charlene ha compartido en sus redes sociales que se sentía orgullosa de que la benjamina de la casa haya recibido el honor de tener un barco con su nombre: "Bautizo del barco de la polícia marítima llamado Princesse Gabriella. Enhorabuena a mi pequeña niña", ha escrito