Sus majestades Felipe y Letizia, así como la princesa Leonor y la infanta Sofía, se encuentran ya en Oviedo para presidir los Premios Princesa de Asturias que se celebraran esta tarde. En una edición de lo más atípica, el certamen ha trasladado su ubicación del icónico Teatro Campoamor a la sala Covadonga del Hotel Reconquista de la ciudad ovetense.
Edición atípica
A tenor de las recomendaciones sanitarias, también se ha limitado el número de asistentes a tan célebre acontecimiento que ha pasado de las 1.300 personas a tan solo 50. Tan solo harán acto de presencia personaran las autoridades y los galardonados.
Tras su debut en la edición anterior, la princesa Leonor ha pronunciado este viernes un discurso de aproximadamente cuatro minutos. Por otro lado, el piloto Carlos Sainz y quince miembros del personal sanitario, entre más homenajeados, forman parte del listado de premiados de este año.
Visita por el principado
Así pues, los monarcas y sus hijas aterrizaban ayer en la tierra natal de la Reina con una agenda cargada de actos para las próximas tres jornadas. Lejos de la pomposa recepción --a toque de gaita y tambor-- con la que eran recibidos anualmente, la familia real ponía rumbo al centro de la capital del Principado en una tarde de lo más otoñal.
La visita a una antigua fábrica de armas, reconvertida ahora en un centro cultural, ofrecía una imagen de lo más inusual en la que se vio a la Reina inspeccionar el interior de un vehículo de competición. Se trata del coche con el que Carlos Sainz lograba dos rallies y el Dakar 2020. Para la ocasión, Letizia hacía un guiño a su tierra y escogía un abrigo largo en color cereza del diseñador asturiano Marcos Luengo.
Primeros tacones
Sin embargo, uno de los actos principales se producía esta mañana, cuando los cuatro miembros de la familia real asistían a una audiencia a la que también acudían los premiados, así como diferentes personalidades estrechamente vinculadas a la Fundación que organiza el certamen.
Una recepción en la que Leonor se ha llevado todo el protagonismo; la Princesa posaba por primera vez ante los fotógrafos luciendo unos tacones de dos centímetros. Y es que la joven, a punto de cumplir los quince años, se ha calzado un diseño de la firma menorquina Pretty Ballerinas, cuyo precio se acerca a los 200 euros.