A falta de pocas horas para entrar en la casa más famosa de la televisión, la periodista sevillana, Mila Ximénez, ha confesado el durísimo infierno que está viviendo, desde que amenazara con dejar la televisión para siempre.
Según ha admitido la televisiva, desde que se hiciera oficial su fichaje en el reality de Mediaset, ha entrado en una vorágine de autodestrucción. Y es que Ximénez sufre una profunda depresión con la que solo tiene ganas de comer y beber, como si no hubiera un mañana.
Mila Ximénez está hecha polvo
Tal y como ha confesado la colaboradora de Telecinco, en su reciente y sincera entrevista para Lecturas, durante estas últimas semanas “he estado deprimida, encerrada, comiendo y bebiendo como una loca. Iba de la cama al frigorífigo y del frigorífico a la cama”. Una depresión en la que entró el día que amenazó con abandonar la televisión para siempre y de la que aún no se ha podido recuperar.
Por ese motivo, confiesa Ximénez, quiere entrar, ahora más que nunca, a GH VIP porque tiene la esperanza de que su paso por la casa le sirva como terapia de choque y le ayude a salir de la profunda depresión en la que se encuentra inmersa. Un concurso que, según revela, espera “ganar”, aunque tiene mucho miedo a cómo puede ser la conviviencia con sus otros compañeros. Pues, tal y como dijo el día en que amenazó con dejar la televisión para siempre, lleva viviendo sola durante muchísimo tiempo y eso le puede jugar en su contra. “Cuando llego a casa me cierro con pestillo, pongo la alarma y, sin pasar por el salón, me voy directa a la cama. Por no coger, no respondo ni al teléfono”. ¿Aguantará la presión del concurso? ¿O la depresión y la soledad, a la que está acostumbrada, le harán abandonar a la primera de cambio?
Mila Ximénez toma una drástica decisión
Durante estas últimas semanas, la colaboradora de Sálvame ha estado alejada de la televisión cogiéndose un descanso para intentar recuperarse de la depresión. Unas vacaciones en las que, lejos de hacer algo de provecho, se las ha pasado comiendo y bebiendo como si no hubiera un mañana. Algo de lo que recientemente ha vuelto a hacer gala. Pues la de Telecinco ha organizado en Madrid una gran comida de despedida, con algunos de sus compañeros de programa, en la que se han puesto como los kikos a base de comida y bebida.
Por ese motivo, Ximénez confiesa que en GH VIP, además de superar su depresión, también quiere perder todos los kilos que ha ganado en todo este tiempo. Tanto es así que, según desvela, y al igual que hizo Kiko Rivera en su día, se ha puesto un balón gástrico para perder, por lo menos, 15 kilos. Una decisión un tanto atrevida, más si tenemos en cuenta que muchos de los concursantes que previamente han pasado por el reality, a su salida, se han quejado de los kilos que han ganado, puesto que su alimentación en Guadalix se basa en comer galletas, pan, leche y pasta hervida. ¿Conseguirá Mila deshacerse de los kilos que le sobran? ¿O saldrá más hinchada de lo que entra?