Muchas sorpresas en la gala de ayer de Operación Triunfo. Por primera vez, el catalán se podía oír encima del escenario. Era Miki el encargado de hacer vibrar el público y el protagonista de que la gala despegara.
Pero hubo otra. Y de grande. María, l'enfant terrible de esta edición, aprovechaba el momento caótico en el que se promociona el coche que se llevan los concursantes, para mostrar un pecho. Lo hacía de forma totalmente voluntaria y para criticar que le hubiera obligado a llevar sujetador durante su actuación.
Pese a estos dos momentos de sorpresa, el programa sigue sin arrancar. La directora de la célebre Academia, Noemí Galera, ya lamentó este letargo que producían las galas. Si no fuera por María, Miki y el invitado, C.Tangana, de la gala 9, hubiera sido otro "coñazo". Palabra que usó Mónica Naranjo, exmiembro del jurado, para criticar la gala en las redes sociales...