Manuel Díaz confiesa que se hizo torero por venganza

Manuel Díaz confiesa que se hizo torero por venganza

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Manuel Díaz confiesa haberse hecho torero por "venganza"

"Tenía que vengar a mi madre"

16 enero, 2018 11:49

Bertín Osborne ha conseguido reunir en su Mi casa es la tuya a dos hermanos que han estado durante mucho tiempo separados. El Palacio de Portocarrero, propiedad de una prima del cantante, ha sido el lugar escogido por estar en Palma del Río, localidad donde nació Manuel Benítez El Cordobés

Manuel Díaz y Julio Benítez han abierto sus corazones para mostrarse sin ningún tipo de tapujos frente a las cámaras. En su charla, Manuel ha querido desvelar cómo fue el primer encuentro con Julio, este lo organizó Chema, su hermano por parte de madre: "Un día mi hermano Chema me dijo que si me gustaría conocer a mi hermano Julio. Le dije que no tenía ningún problema, que estaría encantado y que me parecía natural hacerlo. Al poco tiempo quedamos en la cafetería de un campo de golf y nos tiramos tres horas de reloj hablando. Lo primero que le dije fue que nosotros nos parecíamos, que teníamos más cosas en común que en contra. Primero por la profesión que habíamos escogido, en la que hablamos el mismo idioma, y luego porque él había sufrido mucho, al igual que yo".

Además, Manuel explicó el motivo por el cual escogió dedicarse al mundo del toro: "Yo me hice torero porque no me quedó más remedio en mi vida. Era mi única arma para intentar darle justicia a lo que mi madre estaba sufriendo. Vocación sí la he tenido, pero después, pero lo que más me gustaba con 13 años era jugar con los niños y no ponerme a entrenar. Yo me hice torero por venganza, porque yo tenía que vengar a mi madre, buscar mis raíces, mi sangre. Por eso, cuando muchos años después estaba en un tentadero y me llamaron diciéndome que había salido Manuel Benítez en televisión diciendo que yo era su hijo, en ese momento se me quitó un peso de encima, me liberé, nació como un Ave Fénix que salió de mi cuerpo. Llamé a mi madre, que estaba en un llanto, me fui a su casa y le di un abrazo. No hablé. Y ese ha sido el abrazo de mi vida más significativo, con más cosas dichas y con menos palabras de mi vida".