Si uno quiere descubrir la Costa Brava a través de los ojos de uno de sus pueblos más bonitos y visitados, sin duda no puede perderse Tossa de Mar. Una localidad del litoral gerundense que no solo atrae por ser un destino de sol y playa, sino también por su apreciado casco viejo, así como por una gastronomía que sabe sacar el máximo provecho a los productos del mar.
Precisamente de esto trata este artículo, de una ruta gastronómica para reponer fuerzas entre ola y ola o entre paseo y paseo. Nada como hacerlo en algunos de estos conocidos restaurantes de la localidad. Un recorrido paraa conocer bocado a bocado Tossa de Mar antes de descubrir sus otros secretos.
¿Qué ver en Tossa de Mar?
Uno no puede decir que conoce Tossa de Mar si no se ha dado un paseo por su Vila Vella, su bonito recinto amurallado que todavía hoy conserva ese aire medieval y donde están la mayoría de los rincones más turísticos. Pero, para turístico (sobre todo para los amantes del cine) la estatua que hay en recuerdo de Ava Gardner tras atravesar las murallas. Y es que en esta localidad se grabó Pandora y el Holandés Errante. Un rincón que despierta unas miradas que también se dirigen hacia su faro, levantado en 1917, y su conocido castillo.
Tras el recorrido urbano, otra de las señas de identidad de la localidad costera es disfrutar de sus bonitas playas y calas. Las hay para todos los gustos: desde Platja Gran con sus casi 400 metros hasta Platja Mar Menuda más pequeña y tranquila ideal para ir con la familia. En cuanto a las calas, las más populares se encuentran al norte donde se localizan las más conocidas: Cala Pola, Cala Futadera y Cala Giverola.