¿Qué tener en cuenta antes de comprar la primera tablet para niños?

¡Tienen de todo! Es la frase que más se escucha cuando uno piensa hacer un regalo a un niño. Son varias las situaciones que pueden darse, un detalle por el día de su cumpleaños, como sorpresa de Navidad o bien como parte de esa promesa que se hizo un día para final de curso si las notas del colegio eran satisfactorias y se aprobaban todas las asignaturas. 

Los juguetes o aparatos tecnológicos, como las tablets, juegan hoy en día un papel protagonista en la mayoría de los deseos de los más jóvenes de la casa, sobre todo a partir de los 8 ó 9 años; pero también antes. Una tecnología de la que no hay que renegar en un primer momento ya que se pueden aprovechar sus múltiples ventajas y beneficios. Eso sí, usándose siempre con moderación, bajo la supervisión de los adultos en todo momento sobre lo que está viendo o haciendo el niño y sin que interfiera en otros aspectos vitales del desarrollo infantil como es el caso de los estudios, las relaciones personales o las actividades al aire libre tan recomendables. 

A tener en cuenta 

Presupuesto aparte, que guiará buena parte de la decisión de compra de ese adulto, lo cierto es que a la hora de decantarse por un modelo u otro de tableta hay que tener en cuenta una serie de premisas previas. Es el caso de observar qué prestaciones tiene dicho aparato, para qué lo usará el niño, qué es más apropiado a su edad o las características de seguridad que ofrece. 

Así, por ejemplo, y si el niño ya tiene una edad es importante no fijarse en aquellos modelos que sean casi más un juguete y menos un dispositivo electrónico. Y es que entonces, la tablet no solo será una herramienta para su ocio; también puede ayudarle con sus deberes escolares. De ahí que sea importante fijarse en el sistema operativo de este gadget (mejor si es el mismo que el teléfono móvil de los padres para que haya un mayor control) y conocer los servicios con los que cuenta. 

Características técnicas

A nivel exterior, es el momento ahora de prestar atención al tamaño de la pantalla y a la calidad de la imagen o definición de esta. En el primer caso es mejor elegir aquella cuyas dimensiones sean más manejables para el menor y que más o menos puedan ser de entre 8 y 10 pulgadas. Si es muy pequeña sería como si fuese un móvil y a nivel de salud visual no es muy recomendada sobre todo si se va a trabajar con ella. Lo mismo que si la resolución de esa ventana virtual está por debajo de 1.280 x 800 píxeles; lo más común.

En este sentido, y ya que uno se pone, no está de más fijarse en si tiene una buena cámara frontal. En plena época global (y pandémica) las videollamadas acercarán a los más pequeños con los familiares que viven más lejos; además de resultarles muy útiles siempre que asistan a clases online. 

Una tablet para niños / UNSPLASH

Funcionalidad y seguridad

Solventadas las primeras dudas y con el dinero en mente de lo que uno se quiere gastar, el siguiente paso es analizar al dedillo las prestaciones que ofrece cada modelo de tableta disponible en el mercado. En este punto es importante dejarse asesorar por profesionales y decantarse por aquella que cuente con un sistema operativo, del que ya se ha hablado antes, que no resulte obsoleto al cabo de un año o dos. 

Además, gracias a ese "cerebro" tecnológico, la tablet ofrecerá un mayor número de aplicaciones, tanto lúdicas como educativas. En cualquier caso, es esencial no perder de vista aquellas que ayuden a mantener un control parental. Además de restringir el acceso a ciertas páginas webs, delimitar un horario concreto de uso o saber en todo momento que se está haciendo a tiempo real, las hay tan novedosas que pueden detectar si se está produciendo un caso de ciberbullying o incluso mandan notificaciones a los padres cuando se detectan palabras o imágenes poco adecuadas. 

Aspectos prácticos

Junto con la tablet, en ocasiones uno se olvida de ciertos aspectos que pueden aportar valor a la compra. Es por ello que es importante optar por aquellos modelos más resistentes. En esta línea, además, no viene del todo mal comprar una buena funda para evitar todo tipo de deterioros si pasa de mano en mano o pasa más tiempo en el suelo...

Para niños, la mayoría de estos aparatos tecnológicos vienen ya preparados con carcasas de silicona que resultan muy sencillas de manejar (algunas incluso cuentan con asas para un mejor agarre) y que salvarán el esperado regalo no solo del polvo, también de más de una caída accidental.