Cuando en el siglo XVIII, John Montagu, IV conde Sandwich, estaba tan entusiasmado con sus partidas de cartas que solicitó que le llevaran un trozo de carne entre dos rebanadas de pan para no mancharse las manos y poder comer solo con una, probablemente no imaginaría que menos de tres siglos más tarde ese bocadillo se comería en todo el mundo y de múltiples maneras.
Porque así es como se conoce en buena parte del globo terráqueo a la ocurrencia del noble cuya ludopatía le impedía alejarse de la mesa de juego.
De todo tipo
Poco a poco, y dada su facilidad, el sándwich, llamado así en su honor, se fue popularizando de tal modo que en Reino Unido es una de las preparaciones más demandadas. No obstante, han sido muchas las modalidades que han ido acaparando fama a lo largo de los años, de manera que ya son auténticos clásicos.
Cabe señalar que en España el término sándwich se utiliza cuando se emplea pan de molde, ya que si el pan que se emplea es el normal de una barra, su nombre es bocadillo (o, coloquialmente, bocata). En cuanto a los sándwiches más conocidos, hay que destacar los siguientes.