“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”, esta es una de las joyas literarias que ha dejado la obra de Julio Cortázar, dentro de una extensa colección de novelas, cuentos, poesías e incluso obras de teatro. Julio Cortázar, belga de nacimiento, argentino de orígenes y quien en los últimos años de su vida adquirió la nacionalidad francesa, inspiró con su obra a varias generaciones, siendo aún un referente en la literatura de todos los tiempos.
Uno de los días marcados en el calendario para los seguidores de Julio Cortázar en particular y de la literatura en general es el 12 de febrero. Este día de 1984, Cortázar perdía la vida a causa de una leucemia en la ciudad francesa de París. Contaba 69 años y una impecable trayectoria como escritor a sus espaldas, además de otros hitos en su currículum profesional, como ser traductor para la UNESCO. Hoy en día queda su legado literario, extenso, intenso y variado.
Novelas
Fueron las novelas las grandes protagonistas en la carrera y vida de Julio Cortázar. Su obra más reconocida a nivel internacional es Rayuela (1963), uno de los máximos exponentes de la literatura latinoamericana. Bautizada por algunos como una “antinovela”, el lector se enfrenta a una obra con múltiples finales, donde la subjetividad es la clave de la historia de Horacio Oliveira, su protagonista. Rayuela es una de las obras más estudiadas de todos los tiempos y la más exitosa de Cortázar.
Pero no fue la única. En su palmarés de novelas se incluyen también Los premios (1960), 62 modelos para armar (1968), Libro de Manuel (1973), Divertimento (1986) y El examen (1986). Estas dos últimas fueron publicadas a título póstumo, a pesar de haber sido escritas en 1949 y 1950, respectivamente, fue la muerte de su autor la que consiguió sacarlas del cajón y ofrecerle al mundo un poco más de Cortázar, incluso cuando él ya no estaba. Las novelas de Julio Cortázar son reconocidas a nivel mundial.
Cuentos
Julio Cortázar también optó por publicar cuentos, de extensión variable, a lo largo de toda su vida. Al igual que sucedió con las novelas, una de sus obras enmarcadas en este género fue publicada a título póstumo. Se trata de La otra orilla (1994), escrita entre 1937 y 1945.
Su colección se completa con Bestiario (1951), Final del juego (1956), Las armas secretas (1959), Todos los fuegos (1966), Octaedro (1974), Alguien que anda por ahí (1977), Queremos tanto a Glenda (1980) y Deshoras (1982).
Teatro
Además de novelas y cuentos, Julio Cortázar también dejó en su legado literario obras teatrales. Como curiosidad, tres de ellas fueron a título póstumo. Algunas se siguen representando hoy en día, más de 35 años después de su fallecimiento, en los principales escenarios de todo el mundo.
En su palmarés teatral se encuentran estas cuatro obras: Los reyes (1949), Nada a Pehuajó (1984), Dos juegos de palabras (1991) y Adiós Robinson (1995).
Poesía
Pero, además, este escritor argentino dejó también entre su obra literaria algunos poemarios que aún hoy circulan entre los círculos más adeptos a este género y entre quienes buscan bucear entre letras con sentimiento, cargadas con la esencia de Julio Cortázar. Publicó, con su nombre, dos obras de poesía, Pameos y meopas (1971) y Salvo el crepúsculo (1984).
Como curiosidad, también existe otra obra de poesía de Julio Cortázar que el escritor decidió publicar bajo seudónimo. Se trata de Presencia (1938), una colección de sonetos que editó y publicó bajo el nombre de Julio Denis.
Otros
Aunque sus novelas, sus cuentos, sus obras de teatro y sus poesías son las obras más conocidas de Julio Cortázar, el autor argentino tiene en su haber otros muchos escritos y publicaciones, entre los que destacan traducciones, antologías, cómics, epistolarios, entrevistas y críticas.
Destacan sus cómics, Fantomas contra los vampiros multinacionales (1975) y La raíz del ombú (1981), donde se puede descubrir a un Julio Cortázar muy diferente al de los poemas o las novelas. Polifacético, adelantado a su tiempo y muy innovador, ahora que se cumplen 36 años desde su fallecimiento, su obra sigue más viva que nunca, perdurando en el tiempo y ofreciendo un legado de valor incalculable.