¿Es verdad que es malo usar el aire acondicionado en tiempos de coronavirus?
El uso de este sistema ha despertado algunas dudas sobre su posible incidencia negativa durante la crisis de la covid-19
22 junio, 2020 20:40Entre los temas que han despertado dudas y polémica en torno al coronavirus, uno de ellos es el uso del aire acondicionado, tanto en casa como en lugares públicos (tiendas, bares, restaurantes…). Con la llegada del calor, en algunos puntos del país se hace imprescindible contar con uno de estos equipos para soportar las altas temperaturas, sin embargo, hay que tener cierto cuidado, ya que algunos tipos de aires acondicionados pueden ir en contra de las medidas de higiene y seguridad para protegerse del virus.
Para ello, hay que saber cuáles son tipos de equipos, la tecnología y los filtros que emplean para evitar que pueda existir cualquier mínimo peligro en su uso. Las notas que se van a exponer a continuación aplican tanto a lugares públicos como a domicilios. Actualmente, hay que saber que ya se pueden realizar nuevas instalaciones, siempre teniendo en cuenta la distancia social y las medidas de higiene pertinentes, como puede ocurrir en cualquier otro ámbito de esta situación de "nueva normalidad".
Centralizado con conducto
Este es el tipo de equipo más desaconsejado si se quiere prevenir el contagio del virus. Es un tipo de instalación más relacionada con los grandes edificios comerciales y la explicación acerca de por qué no se recomienda actualmente es debido a que el aire se coge del exterior, pasa por sus conductos, donde se enfría y se distribuye por todo el edificio. Una vez allí, para garantizar la eficiencia energética, este mismo aire vuelve a recircular entre los distintos espacios del edificio. Por tanto, el aire no se renueva después de que haya sido recogido por primera vez.
Así, aunque la temperatura sea óptima, teniendo en cuenta que es en espacios cerrados donde más se puede contagiar el virus, no es nada recomendable hacer que el aire pueda reutilizarse en espacios diferentes. Si se cuenta con este tipo de instalación, lo idea es aumentar las tasas de flujo de aire y establecer períodos de ventilación temporal. El objetivo siempre es renovar con mayor frecuencia el ambiente y evitar que pueda surgir una posible concentración del virus.
Con Split
Este tipo de climatización es la más típica en los hogares y locales de pequeño tamaño. Su principal diferencia radica en que no cogen nada de aire del exterior y que no recircula dentro de la estancia en la que esté ubicado el split. Cada habitación se mantiene con la temperatura que el usuario le indique a su aparato de climatización. Pero la gran desventaja es que el ambiente no se renueva en ningún momento y, aunque no recircule entre estancias, se queda estancado dentro del habitáculo.
Por eso, la solución ideal en estos casos pasaría por establecer períodos de ventilación natural, para permitir que el aire se renueve. Tener bien ventilada la vivienda o el espacio comercial es fundamental para garantizar la higiene no solo en tiempos de coronavirus. Es un gesto que no cuesta nada de trabajo y que mejora la calidad que se respira en el interior de la vivienda. En cualquier caso, tanto en los equipos de climantización acondicionados con conducto o con Split, se recomienda cambiar el filtro tradicional por un filtro HEPA.
Buena ventilación
La ventilación natural trae muchas ventajas, por encima del uso de aire acondicionado. Ayuda a eliminar del interior del hogar los agentes perjudiciales que pueden estar pendiendo del aire, como bacterias, partículas en suspensión o sustancias químicas. Es importante saber que ventilar tiene beneficios para la salud, sea cual sea el momento del año en el que se esté. Basta con abrir las ventanas durante 5 minutos y dejar que circule el aire.
Se recomienda hacerlo en las horas de menos calor en verano, para evitar que suba la temperatura dentro del hogar, y en las más cálidas en invierno. Al renovarse el ambiente del interior de la vivienda, se está mejorando la salud de sus habitantes. Pero hay que cuidar la temperatura, tanto si se usan aires acondicionados como ventilación natural. Un ambiente muy frío puede conducir a resfriados y otro tipo de enfermedades relacionadas, mientras que un lugar donde haga demasiado calor puede provocar problemas para conciliar el sueño, sensación de apatía y fatiga, entre otros.