Escándalo inmobiliario: un esperpéntico piso del Eixample, a la venta por más de 800.000 euros

Primero fueron las iglesias abandonadas que buscaban quien las cuidara, luego salieron los pueblos que promocionaban ir a vivir por módicos precios, pero luego empezó a ponerse de venta aldeas enteras completamente en ruinas a un supuesto precio de moda. Bien, el mercado inmobiliario se ha superado y ya vende pisos en un estado deplorable por casi un millón de euros.

Este es el caso de un apartamento del Eixample que una empresa ha puesto a la venta. Sobre el papel todo pinta bien: un segundo piso por la zona de Villarroel de 138 metros cuadrados, seis dormitorios, un aseo, un baño, cocina independiente, un gran salón comedor, un patio de 26 m2 y un trastero de 18.

Buen precio, peor estado 

A esto se le añaden los servicios, el portero de la escalera y el ascensor, que en algunos pisos del centro de Barcelona no son muy frecuentes. Y por último la ubicación. El precio es de 870.000 euros.

Todo eso es muy apetecible, el problema es que cuando uno mira las fotos puede observar el estado de la cuestión. Las paredes están pintadas de recientemente, sí, pero se puede observar que oculta unas obras necesarias. Las ventanas de madera tienen un estado cuestionable. Pero al llegar a la cocina. Todo cambia.

La cocina del horror 

Efectivamente, la cosa va a peor. Los azulejos de la cocina están directamente marrones, los suelos destrozados y la encimera directamente para tirar. El escándalo está servido.

La inmobiliaria que ha compartido el anuncio no se ha pronunciado. En su oferta es cierto que especifican que está para reformar, pero para muchos está directamente para derruir.

Cocina de un piso del Eixample INSTAGRAM

Las redes arden 

Los comentarios en el perfil social de la empresa que vende el piso hablan por sí solos. “Donde vais con estos precios para algo a reformar. Se os está yendo la olla”, destaca uno. Otro se pregunta si “la reforma entra gratis”.

Algunos se preguntan si los vendedores “se han vuelto locos” por poner “un piso derruido” a 870.000, un hecho, que hay quien directamente lo considera “un abuso”. La inmobiliaria, en cualquier caso mantiene el piso en venta al mismo precio.