Este es el pueblo medieval perdido de Cataluña que enamoró a Gaudí: un mirador, puentes y jardines húmedos

El emblemático Antoni Gaudí produjo las obras más bonitas del patrimonio catalán moderno. No en vano, su legado es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y principal reclamo de la ciudad de Barcelona para atraer turistas.

Entre sus obras más conocidas, tenemos las barcelonesas Casa Batlló, Pedrera y Parc Güell. Este último, encargo personal de la importante familia Güell, cuyo patriarca, Eusebi, era compañero del arquitecto.

El pueblo catalán oculto que conectó con Gaudí

Además de la ciudad Condal, la familia Güell tuvo un papel fundamental en la historia de la Pobla de Lillet. Y es que ellos pusieron allí la fábrica de cemento Asland que dio trabajo a toda su población. Eusebi Güell es muy querido allí, y como no podía ser de otra manera su amigo y principal protegido, Antoni Gaudí, también firmó una importante obra en la localidad.

Entre los proyectos del consagrado arquitecto, están la construcción del chalet de Catllaràs, que tenía que servir de alojamiento a los ingenieros de la mina y actualmente está en desuso, y la más desconocida: los jardines Artigas.

Los jardines Artigas de Gaudí

Jardins Artigas JARDINS ARTIGAS

Se trata de un jardín húmedo que quiso aprovechar la vegetación de la zona para crear este asombroso jardín.

La familia Artigas eran los encargados de acoger a Gaudí, y le pidieron que les ayudara a decorarlo. Aunque no pudo hacerlo personalmente, diseñó el proyecto y llevó a cabo las obras más impresionantes de la zona.

Aprovechó la naturaleza al máximo y empleó los manantiales naturales del río Llobregat para erigir fuentes y otras estructuras, transformando un entorno selvático en un auténtico oasis.

La pieza central es un espectacular puente de arcos curvos construido con roca autóctona. A esto se añade "La Glorieta", un mirador que ofrece vistas panorámicas del bello entorno. Además, los cuatro evangelistas están presentes en las fuentes, representados por medio de animales.

Pero si algo destaca es la Font de la Magnèsia, un manantial de agua medicinal con los cuatro evangelistas representados por medio de animales. El jardín se expande con una pérgola rústica, la fuente del Lleó y un bosquecillo de pinos que resguarda la fuente del Bou. Mientras que cruzar el puente de la Magnèsia supone llegar a una escultura del Águila.

Las tres esculturas del Buey, el León y el Águila, con alas desplegadas, se integran armoniosamente en el entorno, revelando la filosofía de Gaudí de seguir las leyes naturales en la creación arquitectónica. La cascada, originalmente concebida con una cuarta escultura, el Ángel, simbolizaba los cuatro evangelios cristianos.

Qué más ver en la Pobla de Lillet

El conocido tren del ciment, pasa por la pobla de lillet y conecta el pueblo con el Museu del Ciment. Es un tren antiguo que pasea entre montañas y naturaleza y deja ver al final el trocito de historia de este pequeño pueblo que portagonizaron grandes figuras catalanas, como son Gaudí y la familia Güell.

Un recorrido por la región revela la iglesia barroca del siglo XVIII y el barrio de Les Coromines, con una trama urbana del siglo XVIII, así como el barrio Firal, que exhibe el urbanismo característico de la segunda mitad del siglo XX.

No obstante, los encantos de Lillet trascienden sus límites, pues en sus cercanías se erige el Monasterio de Santa María de Lillet, construcción románica del siglo XII con elementos barrocos. Enfrente se encuentra la capilla de San Miguel, de forma circular y sin ventanas, un raro ejemplar del siglo XI.

Cómo llegar

Se llega en coche a la pobla de Lillet por la carretera C-16 y se tarda 1 hora y media.