Mura es un lugar único en Cataluña. No sólo por el municipio en sí, lleno de encanto, sino por todo el entorno que la rodea. Está en medio del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, un lugar con rincones tan increíbles como una cueva con forma de estrella, a una hora de Barcelona.
No son pocas las rutas que se encuentran en este parque natural. Son muchos los que cada fin de semana se acercan a explorar los rincones de esta montaña, pero no todos conocen este sitio.
Camino con cuidado
La cueva estrella, como se la conoce, es uno de los tesoros mejor guardados de este parque. Se encuentra en la zona del Morral del Llop y su exploración no es para todos los públicos. A pesar de sus escasos 7 kilómetros, ofrece una dificultad media.
La ruta, se escoja el camino que sea, implica una cierta pendiente y el tramo final se hace con cuerda. Tampoco es recomendable su visita los días lluviosos, porque puede bajar agua, como es mejor evitarla los días de después o cuando haya mucha humedad, porque puede resultar resbaladizo. Las raíces y las salientes de las rocas pueden ayudar a agarrarse con fuerza, pero mejor ir precavido. La experiencia, en cualquier caso, vale la pena.
Cómo llegar
Hay tres maneras de llegar a esta cueva: desde la Alzina del Sal.lari, desde el coll d’Estenalles (y la ruta es de bajada) y desde el ciprés de la carretera de Talamanca, claro que ya empieza con la subida al Coll Garganta.
Uno ha de seguir estas rutas y en la confluencia de los senderos del ciprés y de los Tres Jutges, desviarse por la derecha, siguiendo el trayecto de un empinado canal. Son sólo 200 metros a través de un bosque de encinas que merecen ser superados.
La cueva estrella
Una vez hecha la escalada, llega la recompensa. Al lado derecho uno ve una cavidad con una forma particular. El tiempo, la orografía de la zona y las lluvias han dado forma a una cueva de unos dos metros de altura y 200 m. de profundidad con forma de estrella.
El viento y el agua han erosionado estas piedras y abierto un canal que ha dado lugar a todo un pasadizo con cinco puntas, como si fuera una estrella, que el ser humano puede cruzar y explorar. No son pocos los que comparten fotos en sus redes sociales al ver sus extrañas formas.
Complemento cultural
Que no teman los claustrofóbicos, son 200 metros de subida, eso sí, a pesar de que al entrar se ve otra apertura estrecha, mejor no ir por allí, es de difícil acceso. Seguir el camino marcado lleva hasta el otro lado. Eso sí, mejor ir preparado.
Luego, de bajada, uno puede escaparse a Mura y disfrutar de su gastronomía, sus calles y casas empedradas y sus encantadoras vistas. Los apasionados de la historia pueden contemplar una muralla original de la época íbera y romana o visitar la Casa Museo Puig de la Balma, una masía del siglo XII que alberga una fascinante colección de utensilios antiguos, que también ofrece opciones de alojamiento