Roma llegó Cataluña y su legado es innegable. Empúries, Tarraco, Barcino, son el trio de puntos clave más conocidos de aquella época, pero hay mucho más.
Cuando el imperio se adentró por lo que ahora son tierras catalanas, no dudaron en explorar la sierra del Montseny. Allí, en el margen izquierdo del río Congost, decidieron asentarse y erigir una villa, Can Terrers.
Dónde está
Los restos de este histórico asentamiento se conservan en buen estado hasta día de ello, aportando un testimonio tangible del poder alcanzado por el Imperio romano hace dos mil años.
El lugar elegido no fue baladí. No sólo podían usar el agua para la agricultura y la ganadería, también para baños y termas, tan del gusto de los ciudadanos del imperio. Además, su ubicación ofrecía la vía de comunicación idónea que unía costa y ciudad.
Villa dividida
Su importancia en el valle del Montseny se revela en el yacimiento, donde se distinguen claramente dos áreas: la rústica, destinada al servicio y labores agrarias, y la urbana, reservada para los nobles propietarios.
En el complejo, que aún se conserva y abarcaba unos 3.500 metros cuadrados, se pueden identificar con claridad las termas romanas y distinguir todas sus partes. No en vano, es la zona más excavada del yacimiento.
Las termas
Los baños están notablemente bien conservados y ofrecen todos los servicios propios de la época imperial: apodyterium (vestidor), frigidarium (baños fríos), tepidarium (baños tibios), caldarium (baños calientes) y sudoratium (sauna), con su correspondiente sistema de calefacción.
Todo este sistema y estructura no dejan de dar fe de la capacidad ingeniera y arquitectónica del periodo. La construcción de estas termas se remonta a la segunda mitad del siglo I d.C. y son puro lujo.
Objetos de valor
Este escenario inigualable invitaba al relax más absoluto y sólo caminar por sus ruinas uno puede imaginar y recrear la realidad histórica, proporcionando una lección presencial de Historia que nos transporta a los tiempos en que Roma se expandía como un imperio.
Más allá de las termas, en el resto de la villa se han hallado en el lugar cerámica, esculturas, pinturas murales y mosaicos, enriqueciendo el conocimiento sobre la vida en ese periodo. Pero si había un bien preciado que salía de Terrers es su vino. Los agricultores eran expertos en la fermentación de la uva y los caldos se llegaron a beber en Egipto, Italia y Grecia.
Bien cultural
En cualquier caso, por sus dimensiones y por los hallazgos, la villa Can Terrers es un magnífico exponente del proceso de romanización en Cataluña. Por eso, esta representante romana en el Montseny del siglo I a.C. fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña en 2001.
La buena conservación del lugar hace posible su visita, para conocer la historia del territorio. El Ayuntamiento de La Garriga ofrece visitas al yacimiento, aunque este también puede explorarse libremente.
Cómo llegar
La villa cuenta con una estación de interpretación y forma parte del itinerario De l'antiguitat a l'edat mitjana, proporcionando a los visitantes una inmersión única en la historia y la cultura romana en Cataluña.
Llegar hasta allí es sencillo. Está a 20 minutos de Barcelona y a poco más de una hora de Girona. La vía más fácil de acceder es por la C-17. El yacimiento está señalizado una vez se llega a La Garriga.
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