¿Te gusta escapar de la ciudad el fin de semana? Si eres de los que aprovechan las temporadas de frío para descubrir pueblos rurales con encanto, tenemos una recomendación para ti.
Te recomendamos que reserves un día para una experiencia algo diferente y salir de Cataluña sin dejarte el sueldo: viajar a Andorra, sí, pero no para descubrir lo que todos saben, sino para adentrarte en uno de los lugares con más encanto (y menos conocidos) de la región. Estamos hablando de Fontaneda.
Fontaneda, de los pueblos más pequeñitos de Andorra
Si Andorra ya es pequeña, imagina lo que será encontrarte con un pueblo pequeño allí. Fontaneda es un pequeño y encantador pueblo que deja maravillados a todos sus visitantes. Su ambiente aislado y su ausencia de turistas le dará un toque de encanto extra a tu visita.
El paraje carece de puntos de referencia específicos; su belleza radica en la agrupación de casas de piedra enmarcadas por majestuosas montañas y vistas panorámicas que lo convierten en uno de los destinos más pintorescos de Andorra. En aproximadamente una hora, explorarás las estrechas calles de Fontaneda y admirarás su pequeña iglesia bucólica; una experiencia que valdrá la pena.
Sin embargo, el trayecto para llegar a este rincón tiene su complejidad. Aunque la carretera está bien pavimentada, requiere aproximadamente unos 15-20 minutos de conducción serpenteante cuesta arriba por un camino bastante angosto; por tanto, es crucial conducir con precaución y a una velocidad moderada, especialmente en las curvas más cerradas. Además, es común cruzarse con ciclistas en el camino (forma parte de la famosa "Ruta del Coll de la Gallina", muy querida entre los entusiastas ciclistas que visitan Andorra), lo que implica una necesidad adicional de vigilancia. Dado su perfil no turístico, aparcar en el centro del pueblo te resultará sencillo.
La iglesia de Fontaneda
La iglesia románica de San Miquel de Fontaneda es una visita obligada. Su diseño se presenta sencillo, compuesto por una nave rectangular que culmina en un ábside semicircular. En el recinto interior de esta pequeña capilla reposa una ancestral mesa de altar labrada en una única pieza, destinada a resguardar reliquias antiguas, junto con fragmentos de arte románico, trazados por el Maestro de Anyós. Durante el periodo comprendido entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, sus puertas permanecen abiertas diariamente desde las 10 h hasta las 19 h. La entrada es gratuita.
Qué ver y hacer en la parroquia de Sant Julià de Lòria
Ya que te encuentras en Sant Julià de Lòria, ¿qué te parece visitar sus rincones cuando te vayas de Fontaneda? Dentro de las atracciones de este distrito, merece especial atención el conjunto de 4 vinaterías que se distribuyen por el área, junto con los recorridos acompañados por el pueblo de Sant Julià de Lòria. En este lugar, te espera la oportunidad de explorar variados itinerarios del Tomb Lauredià, que entrelazan la naturaleza con la cultura, pasando por rincones de encanto y vistas panorámicas impresionantes.
Su increíble patrimonio artístico
En lo que respecta al legado artístico y religioso, te sugerimos explorar la iglesia románica de San Serni de Nagol, erigida entre los siglos XI y XII, y los mosaicos de la iglesia de St. Julià y St. Hermano, confeccionados por el jesuita, teólogo y autor Marco Iván Rupnik, conocido como el Michelangelo del siglo XXI. Además, se destaca el Santuario de la Virgen de Canòlich, la patrona de San Julián de Loria.
La naturaleza también ostenta un papel prominente en este distrito, gracias al estanque de la Nou y a Naturland, la singular estación de esquí nórdico que alberga un parque de actividades y el Tobotronc, el tobogán alpino más extenso del planeta.
En cuanto a fiestas y eventos, durante los meses más templados del año, las calles de este distrito se convierten en el escenario de espectáculos y presentaciones en vivo. A lo largo del año, diversos recintos acogen ferias y congresos de diversas temáticas, como la Villa Medieval, el Canòlich Music Festival o el Encuentro de Microproductores de vino.