El chef asturiano José Andrés (53 años) es un referente gastronómico tanto en España y Cataluña como en su país de residencia actual, EE.UU. No sólo nos emociona su comida y su sentido de la gastronomía tradicional española (que ha conseguido poner de moda hasta en EE.UU), sino que su labor humanitaria es impresionante. Con su ONG World Central Kitchen, ha repartido comida en centros de conflicto como la guerra de Ucrania o incluso en EE.UU, a personas que viven en la calle.
El caldo favorito de José Andrés
En su libro Verduras sin límites (Planeta Gastro), José Andrés explica su preocupación por no generar residuos, ni tirar comida, y aprovechar cada rincón de nuestra casa para cultivar un pequeño huerto.
En el mismo contexto, habla de su preferencia por una curiosa receta que nos hará aprovechar hasta las sobras de las sobras, esto es, lo que normalmente tiramos. Aunque en un principio nadie apostaría un euro, la verdad es que, tal y como el chef asegura en su libro, queda un caldo sabroso y riquísimo, y realmente podrás hacerlo hasta con la nevera vacía.
Cómo hacer el caldo de sobras del chef asturiano
Pon un bol en la nevera y cada vez que peles una verdura, cebolla o patata, guarda en su interior las semillas, pieles y rabillos que vayas a tirar. Vale todo, desde los troncos del brócoli y los champiñones hasta las hojas de la zanahoria. Todo lo que vayas a tirar, al bol.
En cuanto tengas una buena cantidad de pellejos, límpialos bien y colócalos en un bol de agua hirviendo. Cuando empiece a hervir, retíralo, cuélalo y sazona al gusto.
Puedes añadirle un chorro de limón si te gusta y usar este caldo para comerlo con fideos o un reconfortante consomé en invierno.
Variaciones de este trucazo para aprovechar el caldo
La ventaja de poner en práctica este truco de José Andrés es que no tirarás nada. Eso sí, no dejes mucho tiempo las pieles en la nevera para que no se pongan malas. Y también, a la hora de limpiar las sobras, échale un chorrito de vinagre para desinfectarlas (en este sentido, asegurarás el tiro poniéndole un chorro de limón).
Cuando hagas caldo, pon aparte las hojas de lo que vayas a cocer, esta es la forma más sencilla de preparar por primera vez este caldo. Una vez o pruebes, si te gusta, verás que tendrás presente el gesto de guardar las pieles para hacer caldo. Y así podrás ir probando distintos sabores y especias para ir jugando. ¡Verás que el resultado es sorprendente!