A veces, nos parece que las Estrellas Michelín son solo para restaurantes de Alta Cocina. De alguna manera, pensamos que un restaurante familiar tiene como todo premio la fidelidad de sus clientes. Pero no es así.
En algún lugar a los alrededores de Barcelona, donde se puede llegar incluso con el transporte público podemos encontrar un pequeño restaurante, escondido entre los locales de una de las calles principales, peatonal, que ha pasado de padres a hijos.
Ambiente familiar con Estrella Michelín
En un comedor de ambiente rústico-regional (parafraseando la propia Guia Michelín), se pueden degustar platos de la gastronomía típicamente catalana, entre los que destaca su botifarra catalana (a la brasa), la escudella y la variedad autóctona del pollo de pata azul (una raza específica del Prat de Llobregat).
No en vano, el restaurante El racó es una de las joyas de St Climent de Llobregat y quizás su principal reclamo.
El restaurante tiene la distinción de la reconocida Guía Michelín en la categoría Bib Gourmand, que la entidad gastronómica reserva para los locales con una relación calidad- precio destacada o, como ellos mismos la describen en su página : “un reconocimiento otorgado a los establecimientos que sirven una cocina de calidad a precios contenidos”.
Pero los galardones de este pequeño oasis gastronómico no terminan aquí. En 2022 obtuvo el galardón World’s Best Local Restaurants de los Taste Awards y actualmente aparece en su ranking, situándose como uno de los mejores restaurantes de comida catalana del mundo.
Un precio asequible y una calidad extraordinaria
A pesar de la calidad de sus platos, el precio de cada uno oscila entre los 9 y los 25 euros, por lo que no deja de ser un lugar muy asequible donde podrás disfrutar de una comida en pareja, en grupo, o en una escapada que decidas regalarte para tener un momento contigo mismo/a.
El local (ya de cara al verano), dispone de terraza y es accesible para personas con movilidad reducida, así que son bienvenidos fumadores y personas de cualquier condición física.
Tierra de cerezas
St Climent de Llobregat es también el pueblo catalán protagonista de una simpática velada de temporada estival : la Fiesta de las cerezas (o Festa de les Cireres). Una exposición donde se pueden degustar in situ sus reconocidas y apreciadas cerezas, el principal cultivo del lugar y que marca la personalidad de este pueblo.
Para más inri, otro de los puntos fuertes del restaurante El Racó son sus creativos postres a base de cerezas, y es que incluso su propietario, Gerard Solís, es conocido como el “chef de les cireres”.
Cómo llegar
Para ir a St Climent de Llobregat, concretamente al Carrer Pocafarina, 20, puedes acercarte con la R2 de Rodalies hasta Viladecans y luego coger el bus L88, dirección La Rodera, hasta la parada Poliesportiu Municipal. También puedes llegar en coche desde Barcelona por la C-31.
Noticias relacionadas
- Este es el pueblo más caro de Cataluña: un refugio de cine para famosos y jugadores del Barça
- El rincón modernista de los Pirineos catalanes: un tren directo a Gaudí
- Así es la estación de tren modernista del siglo XIX : una joya arquitectónica única en Cataluña
- Así luce el conjunto fortificado militar más grande del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO