El mundo de los nombres es totalmente cambiante. Buena prueba de ella es el cambio de tendencia que se ha producido en Cataluña con el nombre más puesto entre los bebés varones. Leo le ha ganado la batalla a los Marc y Nil. Claro que en el caso de las niñas, Júlia y Ona se mantienen en el podio.
Otra de las consecuencias de los cambios de gustos es que algunos más tradicionales, incluso populares por libros y novelas históricas han caído en el olvido. No hablamos de que hay pocos, sino que ni siquiera hay ya registro de ellos.
Nombres que dicen adiós
En una mirada detallada a las estadísticas de nombres en Cataluña, se observa que nombres que alguna vez resonaron en las cunas catalanas ahora están prácticamente extintos. Un típico caso es el de Marcionila, nombre del que apenas hay registros desde hace décadas, ni las típicas webs de nombres muestran su significado.
Si este les parece raro, Urraca ha sido un nombre muy típico no sólo en Cataluña, sino en el resto de España. En cambio, desde 2015 no existen registros de ninguna, cuando incluso reinas de este país han llevado este nombre.
Orígenes griegos perdidos
A ellas le sigue Jocasta, también escrito como Yocasta. Este nombre procedente del griego y símbolo de pureza, es también reconocido por ser la madre en el reconocido mito de Edipo. Sea por el daño que ha hecho el psicoanálisis o por modas, ya no aparece en los registros.
Afrodisia también es de origen griego. Su significado es obvio, procedente de la diosa del amor Afrodita, este nombre significa “enamorada”. Pero ni así convence a la población catalana ni española.
Pérdidas y novedades
La lista puede ser infinita. Clásicos como Gumersinda, Aprodisio o Sisebuto han ido perdiendo su presencia en los certificados de nacimiento a lo largo de los años. La situación es tal que han desaparecido por completo.
Mientras que algunos nombres tradicionales languidecen, emergen nuevos líderes en la competencia por las preferencias parentales. No hablamos sólo de las Julia, Martina, Nil o Leo. Los fans de cantantes como Shakira o Daenerys, que son de pura fantasía no son tan poco comunes, pero también ya son muy usados y entre los más puestos Mohamed, Rayan, Liam o Adam.
Misterios sin resolver
Este cambio en la elección de nombres en Cataluña no solo refleja la evolución de las tendencias culturales, sino que también invita a una reflexión sobre la conexión entre el pasado y el presente. ¿Estamos presenciando la pérdida de tradiciones arraigadas o simplemente el surgimiento de nuevas formas de expresión?
Sea cual sea la respuesta, estos nombres desaparecidos nos recuerdan la riqueza y diversidad de la cultura catalana y su capacidad para reinventarse a sí misma a lo largo del tiempo.