Ciudades, pueblos, monumentos y, también, puentes. Sí, visitar puentes también está de moda y hay algunos que son realmente dignos de ver, sobre todo, por la naturaleza que les rodea. Queremos centrarnos en un puente colgante que, creemos, que te gustará mucho.

Primero vamos por partes. ¿Qué es exactamente un puente colgante? Es un tipo de puente en el que la plataforma (la parte que soporta la carga) cuelga por debajo de los cables de suspensión mediante tirantes verticales. Los primeros ejemplos modernos de este tipo de puente se construyeron a principios de 1800. 

Desde la Antigüedad, este tipo de puentes han sido utilizados para salvar obstáculos y con la mejora de los materiales de construcción, en la actualidad, son capaces de soportar el tráfico rodado o de líneas de ferrocarril.

El puente sobre el río Segre

La Palanca del río Segre o puente de Sanavastre, que está situado en este mismo municipio de Girona, es una pasarela, que estaba hecha de troncos por los vecinos de los pueblos de All y de Sanavastre, para poder tener un paso por el Segre. Y además, se tenía que rehacer, una vez al año, debido a las crecidas del río. Ahora, y desde hace varios años, se sustituyó por una palanca hecha de cables y tornillos metálicos y es punto de inicio de muchas rutas y salidas de los alrededores.

Siguiendo el puente, se puede hacer una excursión hasta la ermita de Quadres en un itinerario familiar, donde encontrarás diferentes puentes y pasarelas de madera. También, se puede ver la balsa de Sanavastre, la antigua mina de lignito (un tipo de carbón mineral).

Ermita de Quadres isovol.cat

Antiguas minas de lignito de Sanavastre Gencat

Atravesando barreras

Un puente colgante siempre es un atractivo para cruzar con niños y, además, de hacer alguna ruta, encontrarás dos pequeñas zonas de pícnic

Se puede hacer una pequeña excursión de unos 3 km que os llevará por pequeñas cascadas, bosques de ribera y otra maravillas de la naturaleza.

A pocos metros, hay un desvío a la derecha, en el que encontrarás unos recuadros amarillos con los números 153b (Senders de Cerdaña) que nos acompañarán hasta la palanca. Después, continuaremos por este caminito que con la ayuda de las pasarelas de madera nos permitirá pasar por encima de los brazos laterales del río Segre sin mojarnos.

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