La curiosa historia detrás de los lápices Alpino
Los secretos de la famosa marca catalana creada por los hermanos Masats hace 90 años
28 octubre, 2023 17:00Noticias relacionadas
El origen se inicia en 1933 cuando en Anglés (Girona) los hermanos Masats utilizaban los trozos de madera que sobraban de la fábrica de juguetes donde trabajaban y, en su cocina, elaboraban los primeros lápices y minas de colores. Configurando los agujeros de salida más pequeños llenaban el depósito con la pasta de grafito o mezcla de color deseadas, en vez de con carne, y como aquel que hace butifarras dándole a la manivela, salían finos hilos de mina que serían insertados en sus correspondientes cilindros de madera.
No es hasta el 1942 que el negocio no empezó a dar sus frutos y en 1943 fue cuando se fundó la marca. En el 1946 se traslada a Barcelona y es cuando empieza a despuntar por sus nuevos diseños, marcas y estrategias de comunicación.
El Grupo Puig adquirió la empresa Massats con el fin de expandir su negocio de perfumería al ámbito de la papelería.
Actualmente, Alpino es una marca referente en el sector de la papelería desde 1943 y ofrece una amplia variedad de material escolar y productos para manualidades: lápices de colores, rotuladores, ceras, plastilinas, maquillaje, actividades artísticas…
Los secretos de la caja
En la caja siempre se ha mantenido el ciervo y el lápiz rojo con la señal de 10 km. Hay muchas y diferentes teorías sobre los 10 km. Una de ellas era que los lápices de Alpino podían llegar a dibujar una línea recta de 10 km. Otra teoría afirmaba que en esa dirección se encontraban los Alpes, y de ahí el nombre. Pero la compañía ha revelado por Facebook que a 10 km se encuentra un pueblo imaginario, que muchos pensaban que se trataba de Maienfeld (el pueblo de Heidi).
Otro que también podríamos dar por zanjado es el pensar que un lápiz de color puede llegar a pintar una línea durante 10 km. No es algo que alguien haya probado, pero, en 2007, la revista Discover Magazine desveló algunos datos sobre los lápices que te sorprenderán. Entre ellas, había una que mencionaba la capacidad del grafitito para recorrer 35 millas, es decir, 56 kilómetros.