Innovar en materia de parques para niños pequeños parece difícil. Las redes sociales, la realidad aumentada y las nuevas tecnologías hacen cada más complicado que los niños se alejen de las pantallas, pero si se les promete diversión, todo puede suceder.
Con esta premisa, aterriza en Barcelona una de las mayores atracciones físicas que circulan. Se trata de Funbox o, lo que es lo mismo, el parque inflable más grande del mundo conocido hasta ahora.
Grandes dimensiones
Se trata de una atracción que incluye varias dentro de sí misma. Son 4.000 metros cuadrados, con diez áreas de juegos que van a hacer las delicias de los más pequeños y la envidia de muchos adultos.
En toda esta extensión de plástico hay desde un gran tobogán de siete metros de altura, una zona de carrera de obstáculos, un laberinto… enumerarlo y describirlo todo perdería eficacia. Los organizadores animan a las familias a ir y descubrir por ellos mismos cómo es el Ninja wall, el Battle beam, el desafío montañoso o el Gumball Gallop.
Atracción efímera
La experiencia funciona desde hace años en Estados Unidos y la empresa ha escogido Barcelona como pista de aterrizaje en Europa. Porque sí, Funbox llega, pero, de momento, no se queda.
La atracción que llegó el 19 de octubre está más de un mes en el centro comercial Westfield La Maquinista, pero tiene fecha de salida. El 26 de noviembre es el último día para poder disfrutar de ese enorme castillo hinchable.
Cuánto cuesta
Para quien se acerque estos días debe saber que poder entrar allí también tiene un coste y un tiempo. No es de entrada gratuita ni para disfrutarlo de forma ilimitada. Quienes accedan deben pagar un mínimo de 9 euros, aunque también hay packs familiares.
Sí, los adultos también pueden entrar. Es más, los menores de 12 años siempre han de ir acompañados de una persona mayor de edad. Todos ellos pueden disfrutar de una atracción efímera durante 90 minutos.