Vistas del Delta del Ebro

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Curiosidades

El mejor mirador del Mediterráneo: una cueva escondida con vistas al Delta

Un camino de tan sólo 12 kilómetros llevan a un pico de montaña que permite contemplar este paisaje tan característico

10 octubre, 2023 12:32

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El Delta del Ebro es una zona con mucho encanto. Sus arrozales, su cayo, sus playas conquistan conquistas a turistas y locales que quieren disfrutar de las aguas más calmas del Mediterráneo. Pero más allá de disfrutarlo in situ, uno puede disfrutar de esta extraordinaria creación de la naturaleza desde el aire.

No hace falta tomar un helicóptero o avioneta para tener una panorámica perfecta y excepcional de este territorio. Un paseo por la sierra del Montsiá, a menos de cinco kilómetros de Sant Carles de la Ràpita, lo demuestra.

Cómo llegar

Las montañas de esa zona no son muy elevadas, por lo que permiten relajados paseos para los que se inician en el senderismo. Y en medio de una naturaleza, hay un accidente geográfico que sirve de refugio y mirador a la vez.

La Foradada del Montsià se encuentra en el camí de Mata-redona. Al curioso le espera un viaje de 12 kilómetros a pie entre la ida y la vuelta. Una ida que no va a dejar de ser en pendiente, pero las vistas valen la pena.

Caminos varios 

El primer tramo de dos kilómetros es asfaltado. Se llega a una especie de plaza de tierra y allí se dan dos opciones para llegar. El camino circular, más corto (1,85km), o el largo, de 3,5 km. El problema de la corta es que hay cuestas más empinadas y no está bien señalizada, de allí que se recomiende la larga.

Si uno apuesta por esta última opción sólo debe seguir las marcas blancas y amarillas que llegan hasta la Foradada. Por el camino, se pasa por el Mas de Mata-redona y la fuente del Burgar (de la que no siempre sale agua). Hay una zona con más tierra, pero, al acercarse a la Foradada, las piedras ganan terreno.

Las vistas 

Tras la casa que da nombre al camino y una casa en ruinas, a través de una vía muy estrecha se llega a la cima de la montaña. Es allí, donde está la meta. Un agujero, como indica su nombre, da cobijo al senderista.

El camino es rocoso, pero las vistas claras y nítidas. Desde el que puede verse el delta, la playa del faro y algunos de los pueblitos del Delta del Ebro. Un escenario impresionante que se abre al Mediterráneo.